Internacional
Justicia allana casa de único imputado en muerte de fiscal argentino
Nisman apareció sin vida el 18 de enero, tres días después de haber acusado a la presidenta Cristina Kirchner de intentar encubrir a acusados iraníes del ataque a la AMIA.
Buenos Aires, Argentina | AFP | La Justicia argentina allanó este lunes la casa de Diego Lagomarsino, el único imputado en la causa en que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, en busca de las computadoras y equipos del técnico informático.
Lagomarsino, un estrecho colaborador de Nisman en la investigación por el atentado a la mutual judía AMIA en 1994, admitió ante la fiscal del caso, Viviana Fein, haberle prestado al fiscal el arma calibre 22 de la que salió el disparo mortal.
Nisman apareció sin vida el 18 de enero, tres días después de haber acusado a la presidenta Cristina Kirchner de intentar encubrir a acusados iraníes del ataque a la AMIA.
El analista informático fue despedido el 9 de febrero de su puesto de colaborador judicial.
El allanamiento fue llevado a cabo por personal policial en una vivienda de San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires, por orden de la jueza del caso, Fernanda Palmaghini a solicitud de la querella encabezada por Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman.
Se trata de una de las primeras diligencias que se ordenan en torno al técnico informático, quien hasta ahora es el único imputado en la causa.
Arroyo Salgado aseguró la semana pasada que al padre de sus dos hijas lo habían matado, al dar a conocer un informe elaborado por un equipo de peritos forenses a pedido de la familia.
Según ese informe, el fiscal falleció el sábado 17 de enero alrededor de las 20h00 horas, con un error de más o menos cuatro horas, y justamente Lagomarsino admitió haber estado esa noche en el departamento de Nisman.
Tras conocerse ese dato, que ubicaba a su cliente en el momento probable de la muerte, la defensa de Lagomarsino aseguró que la computadora de Nisman se había activado la mañana del domingo cuando, de acuerdo a la querella, el fiscal ya estaba muerto.
A raíz de esa divergencia, Arroyo Salgado pidió el secuestro y análisis de los equipos de Lagomarsino, con la sospecha de que el ingreso a la computadora de Nisman pudiese haber sido hecho de manera remota.
El técnico aseguró a la fiscal Fein que su exjefe le había pedido un arma porque tenía miedo de que le sucediera algún altercado en la calle cuando iba con sus hijas.
El peritaje ordenado por la familia contrasta con el realizado por peritos oficiales, que sitúa la muerte la madrugada del domingo y que concluyó que Nisman había muerto por un balazo en la cabeza y que no había habido terceros en la escena.
La causa está caratulada como "muerte dudosa" y eso implica tres posibilidades: suicidio, suicidio inducido o asesinato.