POR Agencia Reuters | 5 de agosto de 2013, 4:12 AM

Francia y Gran Bretaña extendieron el lunes el cierre de sus embajadas en Yemen, luego de una advertencia de Estados Unidos sobre un posible ataque de extremistas en la región, mientras el país árabe dijo que estaba incrementando la seguridad en puertos y terminales aéreas.

El Departamento de Estado estadounidense dijo el fin de semana que 19 sedes diplomáticas de Estados Unidos en Oriente Medio y África permanecerían cerradas por cuestiones preventivas hasta el sábado. No obstante, indicó que muchas ya habrían mantenido sus puertas cerradas durante gran parte de la semana debido a las celebraciones musulmanas de Eid.

Inicialmente, se habían cerrado 21 embajadas y consulados sólo por el domingo.

Gran Bretaña, que la semana pasada había dicho que cerraría su embajada en Yemen el 4 y 5 de agosto, informó el lunes que la misión permanecerá cerrada y reabrirá el jueves.

Francia, que cerró su embajada en Yemen el domingo, dijo que la sede diplomática también reabrirá el jueves.

Noruega también cerró al público sus embajadas en Yemen y Arabia Saudita y reforzó la seguridad en otras misiones en Oriente Medio y el norte de África, indicó la cadena NRK el lunes, citando a un portavoz el ministerio de Relaciones Exteriores noruego.

La seguridad en Yemen es una preocupación a nivel global, dado que el país alberga una de las alas más activas de al Qaeda y comparte una extensa frontera con Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos y principal exportador de petróleo del mundo.

El ministro del Interior yemení dijo el domingo que había ordenado a sus funcionarios incrementar la seguridad en puertos y terminales aéreas, además de instituciones clave, yacimientos petroleros y tendidos de electricidad, en el marco de los feriados por las celebraciones de Eid, que culminan el fin de semana.

También instó a inspecciones más estrictas en los ingresos a las ciudades para prevenir el tráfico de armas.

El 11 de septiembre del año pasado, un ataque causó la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia y de otros tres estadounidenses en la ciudad de Bengasi.

El senador republicano estadounidense Lindsey Graham dijo a CNN que las recientes medidas en torno al cierre de embajadas mostraban que la administración del presidente Barack Obama había aprendido la lección de Bengasi.