POR Agencia EFE | 9 de mayo de 2013, 2:09 AM

Bangkok, 9 may (EFE).- Las autoridades filipinas entregaran mañana a los representantes consulares los cuerpos de los cuatro turistas muertos el martes -entre ellos una montañera española- en el volcán Mayón a causa de una explosión freática, informaron hoy fuentes oficiales.

El responsable de desastres de la provincia de Albay, Duke Nuñes, dijo a Efe por teléfono que los cuerpos fueron recuperados por personal militar y trasladados en helicóptero a Legazpi, donde personal del departamento de Salud practicó las autopsias.

"Se ha hecho el examen médico y ahora estamos terminando el papeleo para el traslado de los cuerpos mañana por la mañana a Manila y su entrega a las autoridades consulares", dijo Nuñes.

Los equipos de rescate bajaron por la mañana el cuerpo del guía filipino y por la tarde el de los cuatro montañeros, entre ellos la española, Sara Francés.

Francés, residente en Alemania, tres montañeros alemanes y su guía filipino fallecieron el martes pasado en la zona del cráter como consecuencia de una explosión freática que arrojó una nube de ceniza y rocas que se alzó unos 500 metros.

Otros siete de los 27 montañeros que se encontraban en el Mayón resultaron heridos cuando ocurrió la explosión.

Tras el accidente, el gobernador provincial de Albay, Joey Salceda, anunció hoy que van a prohibir la subida hasta el cráter del volcán.

El director del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), Renato Solidum, recordó hoy que el Mayón está en activo y, aunque no existe el peligro actual de erupción, hay que respetar una zona de seguridad de al menos seis kilómetros de radio en torno a la cima.

Una explosión freática se produce cuando el magma entra en contacto con agua en el subsuelo o las rocas taponan un conducto del volcán provocando una súbita nube de vapor, ceniza y piedras.

El Mayón, ubicado en la isla de Luzón y a unos 360 kilómetros al sureste de Manila, es uno de los más visitados por los turistas atraídos por la belleza del paraje y la perfecta forma cónica del volcán.

La peor de las 45 erupciones conocidas de este volcán sucedió en 1814, cuando causó 1.200 muertos y enterró la ciudad de Cagsawa, bautizada desde entonces como "la Pompeya filipina".