POR Agencia EFE | 11 de enero de 2014, 8:43 AM

(EFE). Haití cumplirá mañana a las 16:53 hora local (GMT 21:53) cuatro años desde que el devastador terremoto que sacudió el país en enero de 2010 dejó sin hogar a más de un millón y medio de personas, que fueron desplazadas a campos y de las que hoy han logrado volver a sus barrios de origen el 90 por ciento.

Tras el sismo, que provocó una de las mayores catástrofes de la historia reciente, con unos 300.000 muertos y miles de heridos, cuatro años después aún quedan 146.464 personas en situación de extrema vulnerabilidad en 271 campos de desplazados, donde viven en pésimas condiciones, que además empeoran cada día.

Si el terremoto obligó a 1.500.000 personas a refugiarse en 1.555 campos de desplazados, en la actualidad 39.000 familias, cerca de 172.000 personas, continúan en 306 campos, y de ellas el 51 por ciento son mujeres, según los últimos datos disponibles (octubre 2013) de la Organización Internacional para las Migraciones.

Los números reflejan que una cantidad enorme de personas, el 90 por ciento, han conseguido salir de los campos de desplazados, que también se han reducido en un 83 por ciento. No obstante, las 146.464 personas que quedan son las más vulnerables y viven en la pobreza extrema.

Estas personas, en la actualidad, subsisten en tiendas de campaña hechas para durar seis meses y, sin embargo, llevan allí años. Muchas letrinas ya no funcionan y apenas hay servicios básicos.

Igualmente, se encuentran en riesgo de sufrir violencia, especialmente violencia sexual o el desalojo forzoso y, muchos, además de quedar sin hogar en el seísmo, perdieron su empleo por alguna discapacidad que, tras la desgracia, les impide ejercer el oficio que antes tenían.

Según la información facilitada a Efe por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea, hay 16.377 familias en 52 campos en riesgo de sufrir un desalojo forzoso por parte de las autoridades, y no tendrían adónde ir.

Las mismas fuentes aseguran que "se estima que 177 campos fueron cerrados así desde 2010, y 16.000 hogares fueron expulsados mediante el uso de la violencia y sin recibir ningún tipo de ayuda".

Esto sucede -explican a Efe- cuando los campos están en terreno público y el Gobierno quiere utilizarlo para otros fines, o cuando están en terreno privado y el propietario exige que se le devuelva.

Una encuesta realizada por la Dirección General de Agua Potable (DINEPA) en 65 campos de desplazados concluyó que el 92 por ciento de los campos que quedan sufren inundaciones recurrentes y que el 88 por ciento están sin tratamiento de desechos.

El apoyo humanitario internacional ha estado muy presente en Haití tras el terremoto que asoló el país. De hecho, éste es el mayor receptor de asistencia humanitaria europea en toda América Latina, y la ayuda enviada por la Unión Europea llegó a uno de cada dos ciudadanos, según un balance de la Comisión Europea cuatro años después del desastre difundido esta semana.

La asistencia europea contribuyó a salvar vidas, proporcionar refugios, repartir alimentos, facilitar servicios sanitarios, reconstruir carreteras, escuelas y hospitales, y apoyar a las autoridades haitianas en el proceso de reconstrucción.

En este sentido, la UE mantiene la financiación y su presencia en el país porque "las necesidades humanitarias persisten y no se puede abandonar a su suerte a las poblaciones más vulnerables", señalan fuentes de la ECHO.

La comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, ha reiterado en diversas ocasiones que se hará todo lo que haga falta mientras la ayuda humanitaria europea "siga siendo necesaria".

La mayoría de la gente que vivía en campos no era propietaria y no tenía una casa que reconstruir, por lo que al principio no tenían ningún lugar al que regresar y debían esperar a que hubiera viviendas reconstruidas para alquilar, según explican a Efe fuentes de ECHO.

Para ayudar a la gente a salir de los campos, la cooperación humanitaria europea dispone de un programa que contribuye en el pago de un año de alquiler de los desplazados, y a menudo lo completa con apoyo para las tasas escolares o para montar un pequeño negocio que proporcione al desplazado un ingreso con el que volver a empezar.

La ayuda humanitaria europea ha financiado 17.384 subsidios al alquiler. Esto ha ayudado a miles de personas a dejar los campos y mudarse a una casa decente, y está detrás del gran descenso en el número de desplazados registrado en los dos últimos años.

En la región de Les Palmes, donde estuvo el epicentro del terremoto, se prevé que la reubicación de los desplazados se complete en los primeros meses de 2014, según la ECHO.