POR AFP Agencia | 11 de septiembre de 2013, 14:15 PM

SANTIAGO, 12 septiembre 2013 (AFP) - Chile conmemoró este miércoles 40 años del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, con enfrentamientos con la policía en barrios periféricos, reclamos de cambios y una profunda y dura revisión de su historia.

La jornada arrancó y finalizaba con disturbios en barrios periféricos de Santiago, antiguos bastiones de oposición a la dictadura, donde manifestantes levantaron barricadas y se enfrentaron con la policía.

Tres autobuses del transporte público y cinco vehículos menores fueron quemados por manifestantes, de acuerdo a la policía, que inicialmente informó de una docena de detenidos durante la noche, que se sumaban a los 68 arrestados de madrugada.

En poblaciones como la Villa Francia, Lo Hermida y San Bernardo, manifestantes se tomaron las calles, cortando el tránsito y en algunas zonas, cortando la electricidad. Imágenes de la televisión mostraron enfrentamientos a balazos con la policía.

En paralelo, un millar de personas se reunieron en las afueras del Estadio Nacional de Santiago para encender velas en recuerdo de las 3.200 víctimas y 38.000 torturados que dejó la dictadura.

Con claveles rojos y fotos de las víctimas que aún permanecen desaparecidas, familias enteras recordaron también a los cerca de 40.000 prisioneros políticos trasladados a este lugar tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende, que intentó poner en práctica una revolución socialista, sin el uso de las armas.

Las protestas son tradicionales en esta fecha, cuando en barrios pobres de Santiago pobladores expresan su descontento pero también saquean comercios, en una mezcla de protesta política y delincuencia.

Para enfrentar estas situaciones, se dispuso el despliegue de 8.000 agentes policiales en Santiago, mientras que colegios, servicios públicos y el comercio cerró sus puertas más temprano de lo habitual.

Al caer la tarde, el centro de Santiago lucía casi vacío.

La conmemoración encontró a Chile en medio de reclamos de cambios al sistema político y económico que se mantiene como herencia de la dictadura.

El modelo neoliberal instaurado por Pinochet ha logrado que Chile tenga una reconocida estabilidad económica pero con una enorme desigualdad tras la privatización de la educación, la salud y las pensiones, mientras que en términos políticos, legó una democracia muy poco representativa.

"No son solamente los movimientos sociales los que han dicho basta en 2011, en 2012 o en los años que vienen, sino que ésta es una lucha por la libertad de los pueblos que se viene desarrollando desde hace mucho tiempo", dijo a la AFP el estudiante Gabriel González.

Los estudiantes iniciaron sus movilizaciones hace dos años para acabar con el sistema educativo instaurado por Pinochet, exigiendo educación pública, gratuita y de calidad como la que había con Allende, motivando también los reclamos de otros sectores.

"Allende se habría sentido orgulloso de ver los estudiantes en la calle, exigiendo esa educación de calidad y gratuita", dijo este miércoles su hija Isabel, senadora del Partido Socialista, durante un acto de homenaje realizado ante una estatua en honor de su padre, hasta donde llegaron cientos de personas.

La fecha estuvo precedida de una profunda revisión del contexto político y de la represión a los opositores durante la dictadura, en programas de televisión, teatro, prensa y otras artes, amplificada en las redes sociales, sobre todo por jóvenes.

"Si comparamos este 40 aniversario con el aniversario número 30, no vimos esta eclosión de debates, de reflexión, de documentales y con alto nivel de interés", dice a la AFP el politólogo de la Universidad del Pacífico, Patricio Guajardo.

"Hay una generación de los nietos de los protagonistas del 73 que se están atreviendo a preguntarle a sus abuelos qué pasó y por qué pasó lo que pasó, y reclaman su derecho a saber y a juzgar de acuerdo a su parámetros morales", dijo por su parte a la AFP el politólogo Cristóbal Bellolio.