POR AFP Agencia | 4 de diciembre de 2014, 11:42 AM

La Cámara de Representantes estadounidense aprobó este jueves un proyecto para anular las medidas de regularización de inmigrantes indocumentados ordenadas por la Casa Blanca, un voto simbólico para la oposición republicana que controla ese cuerpo legislativo.

La cámara baja del Congreso adoptó con 218 por 197 votos una simple propuesta de dos artículos que prohíbe al gobierno "eximir por decreto" a inmigrantes irregulares de ser deportados, estableciendo que cualquier acto del presidente en ese sentido es "nulo" y carente de legalidad.

La propuesta "anula la orden ejecutiva ilegal e inconstitucional del presidente", dijo el congresista republicano Bob Goodlatte.

Los republicanos apuntan su artillería a las medidas anunciadas el 20 de noviembre por el presidente Barack Obama, que permitirían trabajar por tres años, sin temor de ser deportados a más de cuatro millones de personas, poco menos de la mitad de los inmigrantes que viven sin papeles en Estados Unidos.

Voto simbólico

Pero difícilmente el proyecto se convertirá en ley: el Senado, dominado por los demócratas hasta la nueva legislatura de 2015, no votará sobre el asunto este año y la Casa Blanca ya amenazó con vetarlo.

Para el congresista demócrata Luis Gutiérrez la iniciativa de los republicanos está basada en "pura fantasía": "No es solo la fantasía de que el Congreso podrá destinar suficiente dinero para encarcelar y deportar 11 millones de personas y sus familias, pero también la fantasía de que se convertirá en ley".

Desde que Obama anunció las medidas, los republicanos denuncian un abuso de poder y acusan al mandatario de ser un monarca que actúa por encima del Legislativo y viola la Constitución.

El legislador republicano Tom McClintock instó a Obama a prestar atención a la votación en la Cámara de Representantes "antes de que medidas más severas sean necesarias".

Un grupo de 17 estados de la federación estadounidense, encabezados por Texas, fronterizo con México, iniciaron el miércoles procesos contra Obama por el conjunto de medidas migratorias.

Pero los demócratas justifican los decretos en la obstrucción republicana contra toda reforma legislativa al sistema migratorio, luego que el Senado aprobó un amplio proyecto en 2013.

El proyecto "es otra votación simbólica y superficial que no va a arreglar absolutamente nada", criticó Gutiérrez, una de las voces más fuertes a favor de la reforma migratoria.

Las medidas de la Casa Blanca amplían el programa para jóvenes que fueron traídos ilegalmente de niños por sus padres y crean otra categoría para personas que viven en el país desde hace por lo menos cinco años y poseen hijos con nacionalidad estadounidense o con permiso legal de residencia.

Las agencias federales concentrarán sus recursos en expulsar a los criminales o quienes hayan sido detenidos recientemente en la frontera.

El tema migratorio se ha vuelto claramente en un campo de batalla entre los republicanos y Obama en el inicio de sus últimos dos años de mandato.

Pero el gobierno seguirá adelante con la implementación de las medidas, dijo un funcionario de la Casa Blanca, señalando que se concentrarán en las expulsiones de criminales y el reforzamiento de la frontera, antes de que las aplicaciones empiecen a llegar a partir de la primavera boreal.