POR AFP Agencia | 21 de mayo de 2015, 2:04 AM

El gobernador de California, Edmund Brown, declaró en emergencia la concurrida zona turística de la costa del Pacífico cercana a Santa Barbara, que se ve afectada por la ruptura de un oleoducto que ha vertido cientos de miles de litros de crudo al océano.

"Vamos a hacer todo lo que sea necesario para proteger la costa de California", señaló el Gobernador al anunciar la declaratoria de emergencia.

Equipos enviados a la zona trabajaban este jueves en recoger el crudo en lugares como la playa de Refugio, donde fue evacuado un camping.

Se estima que se derramaron al menos 400.000 litros de petróleo, de los cuales 80.000 han ido al mar.

La mancha negra, que comenzó a formarse el martes, ha afectado 14 kilómetros de una concurrida zona turística costera situada al noroeste de Los Ángeles, que se prepara para recibir a miles de turistas el próximo fin de semana, aprovechando que el lunes es festivo en Estados Unidos.

Las autoridades aseguraron que se trata de minimizar el impacto medioambiental y que la mancha no continúe extendiéndose por la costa.

La fuga proviene de un oleoducto de la compañía Plains All America Pipeline, quien explicó que el vertido llegó al agua por un desagüe que aseguró ya fue bloqueado.

"Lamentamos mucho lo ocurrido y estamos trabajando para que el impacto medioambiental sea lo más pequeño posible", señaló la empresa.

El oleoducto, inaugurado en 1987 y con 60 centímetros de diámetro, traslada petróleo de pozos situados a su alrededor hacia el sur de California, donde es almacenado, a un ritmo de 190.000 litros por hora.

Grupos que protegen el medioambiente han cuestionado la seguridad del oleducto y advirtieron sobre los daños que provocará el vertimiento.

"Esta zona alberga una fauna muy diversa, incluidas varias especies de ballenas que están en peligro, además de que esta costa emblemática atrae a miles de personas de todo el mundo", manifestó el director de la organización Environmental Defense Center (EDC), Owen Bailey.

En 1969 Santa Bárbara vivió uno de los peores derrames de petróleo ocurridos en Estados Unidos, cuando una plataforma petrolífera se incendió y millones de litros de crudo cayeron al mar.