POR AFP Agencia | 21 de mayo de 2014, 1:57 AM

El grupo islamista nigeriano Boko Haram volvió a desafiar al poder en Nigeria con dos nuevos ataques este miércoles, que dejaron unas 30 víctimas mortales, un día después la muerte de al menos 118 personas más en un doble atentado en un mercado de Jos (centro).

Los dos ataques tuvieron lugar cerca de la ciudad de Chibok, donde el grupo islamista secuestró más de 200 estudiantes de secundaria a mediados de abril, provocando una reacción internacional.

Según el balance de los habitantes, los hombres armados mataron a 10 personas en Shawa el lunes y a otras 20 en Alagarno, un día después.

"El ataque fue brutal. Dispararon e incendiaron nuestras casas. Tuvimos que huir hacia la maleza. Mataron a 20 personas", indicó Haruna Bitrus, un habitante de Alagarno.

En Jos, los equipos de rescate continuaban este miércoles las labores de búsqueda de eventuales supervivientes entre los escombros del doble atentado del martes.

Según el coordinador de la Agencia Nacional de Gestión de Crisis, Mohamed Abdulsalam, el balance de 118 fallecidos podría aumentar con el hallazgo "de más cadáveres entre los escombros".

Unas 56 personas más resultaron heridas en este doble atentado con coche bomba sin reivindicar, si bien todas las sospechas apuntan a Boko Haram, que según el gobierno tiene vínculos con Al Qaida.

Este nuevo atentado reavivó el temor de nuevas violencias intercomunitarias entre el sur cristiano y el norte de mayoría musulmana, que afectaron en el pasado al Estado de Plateau (centro) y a su capital Jos.

El arzobispo de Jos y presidente de la conferencia episcopal de Nigeria, Ignatius Ayau Kaigama, calificó estos ataques de "golpe muy duro" contra los trabajos de estos últimos años "para favorecer la coexistencia pacífica", al tiempo que criticó la actuación gubernamental.

Desde el secuestro de las estudiantes de secundaria, el gobierno y las fuerzas armadas son a menudo blanco de las críticas por no detener la espiral de violencia en Nigeria, donde murieron 2.000 personas desde principios de año.

Un habitante de Alagarno, Haruna Bitrus, dijo que pese al despliegue militar para encontrar a las adolescentes secuestradas en Chibok, el ejército no respondió al último ataque del grupo islamista nigeriano.

"Mientras los hombres armados huían, tres de sus vehículos se averiaron y se quedaron atrás para arreglarlos. Estuvieron allí hasta esta mañana" sin que el ejército actuara, añadió.

- Estado de emergencia -
Después del atentado en Jos, el criticado presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, reiteró su voluntad de "ganar la guerra contra el terrorismo".

El parlamento nigeriano acordó el martes prolongar el estado de emergencia en vigor desde mayo de 2013 en tres estados del noreste del país, pero esta medida nunca ha permitido frenar los ataques de Boko Haram, quien, al contrario, multiplicó sus ataques, en especial contra los civiles.

Las fuerzas de seguridad nigerianas parecen así incapaces de hacer frente a los ataques del grupo islamista, que extendió sus acciones armadas más allá de sus feudos del noreste de Nigeria.

El sur de mayoría cristiana todavía no ha sido objetivo de estos atentados, aunque Boko Haram ya ha amenazado con atacar los intereses petroleros en el delta del Níger, estratégicos para la primera economía de África.

Para hacer frente al grupo islamista, las autoridades nigerianas cuentan con la ayuda de la comunidad internacional.

Estados Unidos envió expertos y drones (aviones teleguiados) para intentar encontrar a las adolescentes secuestradas, mientras que, en una cumbre organizada en París, los vecinos de Nigeria y sus socios occidentales adoptaron un plan de lucha global contra Boko Haram.