POR AFP Agencia | 2 de octubre de 2013, 8:06 AM

La batalla política en torno al presupuesto, que ha paralizado servicios públicos en Estados Unidos, enfrenta ahora una segunda fecha clave: el 17 de octubre, cuando el Tesoro se quedará sin fondos y el país podría entrar por primera vez en default.

Hasta el momento, los republicanos han condicionado su apoyo a un presupuesto temporal al recorte de algunos programas claves del gobierno de Barack Obama, por ejemplo la reforma de la salud. Sin embargo, la Presidencia ha dejado claro que no cederá en este punto.

Frustrados por no haber obtenido ninguna concesión por parte de los demócratas, los republicanos vinculan cada vez más el debate sobre el presupuesto -y el actual cierre de algunos servicios públicos- al aumento del techo de la deuda, en un país altamente dependiende de su endeudamiento para funcionar.

"Manteniéndose el cierre de los servicios del Estado, creo que la cuestión del techo de la deuda se sumará al debate y avanzará todo junto", dijo el senador republicano Tom Coburn.

Para el representante republicano Paul Ryan, ligar ambos temas permitirá crear "un mecanismo para forzar" un acuerdo entre ambos partidos. "La mayor parte de los acuerdos presupuestarios en el pasado contenían un aumento del techo de la deuda", agregó Ryan, cuyo partido controla la Cámara Baja, clave en cuestiones de presupuesto.

Estos comentarios llevan a pensar que el cierre de los servicios públicos se prolongará hasta el 17 de octubre, fecha límite luego de la cual, según el Tesoro, Estados Unidos no podrá hacer frente a sus obligaciones financieras a menos que se apruebe un aumento del techo de la deuda.

Debido al bloqueo presupuestal, el gobierno cerró desde el martes los servicios públicos no esenciales y mandó de vacaciones forzadas, sin goce de sueldo, a cientos de miles de funcionarios.
Sin embargo, el país enfrenta ahora una amenaza incluso mayor: incurrir en el primer default de su historia.

17 de octubre, fecha límite
El aumento del tope legal de endeudamiento, situado en la actualidad en 16,7 billones de dólares, es prerrogativa exclusiva del Congreso.

Pero hasta el momento, la mayoría republicana de la Cámara se ha negado, en medio de su intensa batalla con la administración Obama, a aprobar una medida de este tipo.

En verano (boreal) de 2011, un bloqueo similar llevó a Washington al borde del default, e hizo que la agencia de calificación Standard and Poor's privara a Estados Unidos de su prestigiosa "AAA", la máxima nota de su escala para las deudas soberanas.

El martes, el secretario del Tesoso, Jacob Lew, recordó a los legisladores que el 17 de octubre se agotarán todas las medidas excepcionales de financiamiento del gobierno.

Después de ese plazo, "nos quedarán 30.000 millones de dólares en la tesorería para honrar los compromisos de nuestro país", señaló Lew en una carta remitida al Congreso.

Ese monto está "muy por debajo" de lo que puede gastar el Tesoro en un día, que serían unos 60.000 millones de dólares, agregó el secretario de la cartera.

El Congreso no tendrá más tiempo para actuar, advirtió Lew, manifestando su temor de que "por primera vez en su historia" Estados Unidos no pueda honrar sus obligaciones financieras.

Este miércoles, Jean-Claude Trichet, expresidente del Banco Central Europeo (BCE), manifestó a la cadena estadounidense CNBC su inquietud frente a las "inmensas dificultades" que enfrenta el país.

"Sería totalmente absurdo que el techo (de la deuda) no se aumente" porque es la "credibilidad" de Estados Unidos la que está en juego, agregó el exjefe del BCE.