Internacional
Auténtica o no, exhiben en Tokio una rata atribuida a Banksy
Protegida por un cristal, la obra fue instalada en una esquina del tentacular edificio municipal
La ciudad de Tokio exhibe desde el jueves un dibujo en esténcil que podría ser obra de Banksy, mientras las autoridades llaman al misterioso artista británico a ponerse en contacto con ellas.
Curiosos, amantes del arte y turistas se agolpaban para echar un vistazo a esta representación de una rata sosteniendo un paraguas, descubierta en la puerta de una instalación técnica en el centro de la capital de Japón.
"En caso de problemas, me gustaría que Banksy contacte a nuestros servicios", declaró la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, ante las dudas sobre la autenticidad del grafiti, que el artista no reivindicó por el momento.
Protegida por un cristal, la obra fue instalada en una esquina del tentacular edificio municipal.
"Se habla tanto de este artista que vine hasta aquí con la espectativa de que sea realmente el autor", comentó Akihiro Ishikawa, de 71 años.
"Lo que me gusta es que nadie sabe quién es. Aprecio ese misterio", subrayaba de su lado Riyuko Sato, mientras que su marido Toshio dudaba de que Banksy se pusiese en contacto con las autoridades.
La municipalidad, alertada en diciembre por vecinos, había hecho un anuncio público un mes más tarde.
"Tenemos en Tokio un dibujo de una simpática rata que es quizás obra de Banksy. ¿Un regalo para Tokio?", había escrito en un tuit Koike, agregando una foto a su texto.
La fecha en la que fue realizado este dibujo no se conoce. Fotos difundidas en las redes sociales en fechas anteriores a 2018 pueden hacer pensar que es vieja, más aún porque parece afectada por el tiempo.
La identidad de Banksy es un misterio bien guardado desde sus inicios en los años 1990. Se sabe su nacionalidad (británica), su ciudad de origen (Bristol), su página en Instagram con 5 millones de seguidores y su portal internet donde difunde sus obras, sin otro comentario.
Bansky utiliza su arte callejero como medio de protesta y se burla de su recuperación con fines comerciales, como en octubre de 2018 cuando causó sensación al hacer que una obra suya quedara parcialmente rasgada instantes después de haberse vendido en un remate en la casa Sotheby's de Londres por 1,042 millones de libras (1,2 millones de euros, 1,4 millones de dólares).