POR AFP Agencia | 26 de enero de 2017, 9:16 AM

Un bombero perdió la vida este jueves a causa de los devastadores incendios que asolan el centro-sur de Chile, con lo que ya son diez los fallecidos en la mayor catástrofe forestal de la historia del país.

Los siniestros, favorecidos por fuertes vientos, altas temperaturas y una pertinaz sequía, han devorado más de 273.000 hectáreas en siete regiones del país en poco más de una semana, provocando una tragedia medioambiental sin precedentes.

El bombero Juan Eduardo Bizama falleció en la localidad de Niquén, en la región del Bio Bío (550 km al sur de Santiago), cuando un árbol cayó sobre el vehículo que conducía. Su acompañante resultó con graves heridas, según informó Gobernación de esta región.

Con Bizama ya se han registrado dos bomberos muertos, dos policías, tres brigadistas y tres habitantes de zonas afectadas, según datos del gobierno chileno.

Hasta ahora prácticamente confinado a los bosques y campos, los incendios tomaron un nuevo cariz en la madrugada del jueves al arrasar la localidad rural de Santa Olga, en la región del Maule (280 km al sur de Santiago), donde cerca de un millar de viviendas quedaron totalmente calcinadas y más de 4.000 personas de esta comuna fueron evacuadas.

"Afortunadamente, se ha podido evacuar a todas las personas" de Santa Olga, informó la presidenta Michelle Bachelet en rueda de prensa.

Las imágenes de televisión resultan dantescas: casas destruidas, focos de fuego que se consumen lentamente, gente con algunos enseres en la mano que lograron salvar del infierno vivido, envuelto en una espesa nube de humo.

Las carreteras y caminos de las zonas afectadas son testigos mudos de esta tragedia, flanqueados por lo que alguna vez fueron frondosos árboles hoy carbonizados.

"Esto es desesperante. Las llamas se acercan y lo único que podemos hacer es aguantar y rezar", dijo a la AFP Sofía, una joven de 19 años vecina de la localidad de Llico donde decenas de casas fueron evacuadas ante la amenaza del fuego.

Aún hay 53 incendios activos, 48 fueron controlados y 2 extinguidos, según el último reporte de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Según el ministerio del Interior, la superficie afectada por incendios supera en más de un 2.000% el registro de la temporada pasada.

Cerca de 3.000 incendios han devastado más de 381.000 hectáreas durante la temporada 2016-2017.

- Pérdidas incalculables -

Los incendios afectan zonas rurales donde viven en su mayoría agricultores y criadores de ganado.

Las grandes empresas forestales también se han visto afectadas, principalmente en la región del Maule, donde el fuego consumió más de 160.000 hectáreas, muchas de ellas de pinos y eucaliptos.

Las pérdidas económicas que dejará esta catástrofe "son enormes e incalculables", afirmó el ministro de Agricultura, Carlos Furche.

Furche declaró 72 comunas bajo Emergencia Agrícola en O'Higgins, Maule y Biobío para ir en apoyo de pequeños agricultores afectados.

Los daños entre la fauna y la flora, en particular el bosque nativo, son también incalculables, según los expertos.

La presidenta Bachelet decretó estado de excepción constitucional en las regiones de O'Higgins, el Maule y Biobío, donde más de 4.000 personas combaten el fuego, entre bomberos voluntarios, brigadistas (bomberos forestales), carabineros, detectives, funcionarios públicos, militares y civiles.

Bachelet anunció una investigación para determinar las causas de estos incendios.

"La multiplicidad de focos no nos permite descartar que aquí haya un componente de intencionalidad", aseveró la mandataria.

Más del 90% de los incendios que se registran anualmente en Chile son provocados intencionalmente.

- Ayuda internacional –

La ayuda internacional ha empezado a llegar al país. Argentina, Brasil, Colombia, España, Estados Unidos, México, Francia, Rusia y Perú han enviado ya brigadistas y expertos o están a punto de hacerlo.

"Hemos tenido la oportunidad de trabajar en verano cuando se desatan estas catástrofes con otros países, pero no habíamos visto esto en Latinoamérica", dijo Fidel Medina, jefe de la brigada colombiana que ya está trabajando en las labores de extinción de los incendios.

Y hay gestiones en curso con países como Alemania, Corea del Sur, Israel, Japón, Canadá, China, Italia y Suecia.

En tanto, la presidenta Bachelet aceptó la oferta de Rusia de enviar un avión con capacidad de 42 toneladas de agua que se uniría en los próximos días al avión Supertrank, con capacidad para más de 73.000 litros de agua, fletado por una fundación privada estadounidense, que ya opera en las regiones afectadas.