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El cardenal australiano George Pell, actual responsable de Finanzas del Vaticano, negó el jueves que intentara comprar el silencio de una víctima de un sacerdote pederasta.

Pell realizó estas declaraciones después de que víctimas de abusos perpetrados por religiosos católicos le instaran a declarar ante una comisión en Australia que investiga los hechos.

David Ridsdale, víctima a los 11 años de los abusos de su tío, el sacerdote Gerald Ridsdale, ahora en prisión, dijo a la comisión el miércoles que contó a Pell, un amigo de la familia, estas agresiones sexuales en 1993.

Sin embargo, este habría intentado comprar su silencio.

El cardenal, nombrado en 2014 Secretario de Economía del Vaticano por el papa Francisco, negó en un comunicado haber intentado comprar el silencio de la víctima o favorecer el traslado del sacerdote a otra parroquia.

"En las últimas 24 horas he sido acusado de ser cómplice de trasladar a un pederasta conocido, de ignorar la denuncia de una victima y de soborno", escribió Pell en un comunicado, y afirmó haber seguido "horrorizado" el relato de los abusos en la comisión.

"Estas cuestiones requieren una respuesta inmediata y es importante aclararlas, en particular dados los titulares falsos y engañosos", añadió.

Pell, que no está acusado de ningún abuso sexual, dijo que en la época de su conversación con la víctima la policía ya estaba al corriente de las acusaciones contra el sacerdote Gerald Ridsdale y que lo estaban investigando.

"Entonces como ahora apoyé las investigaciones de la policía. Ya hice una declaración jurada negando las acusaciones y la reitero", explicó.

También negó haber trasladado a Ridsdale de parroquia porque "nunca habría consentido ni participado en la decisión de trasladar a Ridsdale sabiendo que había abusado de niños".

Habitaciones del horror

En marzo de 2014, el cardenal proporcionó pruebas a la comisión australiana (la llamada Comisión Real para dar Respuesta Institucional a los Abusos Sexuales a Niños), creada tras una década de presiones para que se investiguen los casos de pederastia en Australia.

La comisión ha estudiado hasta ahora abusos cometidos en lugares de culto, orfanatos y escuelas. Esta semana se trataron en particular los abusos cometidos en los años 1970 en la ciudad de Ballarat.

Según los testimonios, todos los niños varones de entre 10 y 16 años de la escuela St Alipius de la ciudad, donde trabajaban Ridsdale y otros pederastas, habrían sido víctimas de abusos.

Un testigo enseñó una fotografía de su clase, donde había 33 chicos, y dijo que 12 de ellos se habían suicidado.

Otra víctima, Gordon Hill, describió lo que calificó de "habitaciones del horror" en el orfanato St Joseph's Home, donde desde que tenía cinco años le obligaban a desnudarse, le ataban y abusaban sexualmente de él. Según su relato una monja le dijo "El padre te quiere purificar".

Nicky Davis, responsable de la asociación de victimas Survivors Network of those Abused by Priests dijo que Pell debería comparecer de nuevo ante la comisión.

"Es totalmente inapropiado responder a declaraciones juradas de valientes supervivientes con un comunicado de prensa que ignora sin piedad su experiencia", dijo a los periodistas.

"Si el cardenal Pell es sincero en sus afirmaciones y reconoce la seriedad del crimen de violación sexual de niños sin defensa, volvería voluntariamente a Australia para proporcionar pruebas bajo juramento en la comisión real", añadió.

Pell afirmó por su parte que quiere cooperar totalmente con la comisión.