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Un exoficial de la CIA y del FBI fue acusado el lunes ante un tribunal federal de Hawái de vender secretos de Estados Unidos a China, incluida la divulgación de las identidades de informantes estadounidenses en el país asiático.
Andrew Yuk Ching Ma fue engañado para que admitiera sus actividades el año pasado por un agente encubierto de Estados Unidos que, haciéndose pasar por un oficial de inteligencia chino, le dijo que le habían pagado menos de lo indicado por al menos una década de trabajo, según una acusación.
Ma continuó reuniéndose con el agente encubierto, aceptando dinero y ofreciendo secretos hasta este mes, cuando dijo que estaba feliz de seguir trabajando para Pekín, pero "preferiría discutir oportunidades después de que la pandemia de covid-19 se hubiera atenuado", dice la acusación.
El Departamento de Justicia dijo que Ma fue arrestado el 14 de agosto, pero reveló la acusación el lunes.
Ma, de 67 años, ciudadano estadounidense naturalizado en Hong Kong, trabajó para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con una autorización de seguridad de alto nivel desde 1982 hasta 1989.
Un familiar suyo, que no fue acusado debido a su edad, 85 años, y a que padece una enfermedad cognitiva avanzada, también trabajó para la CIA.
La acusación dice que en 2001 los dos ya proporcionaban información a agentes del Ministerio de Seguridad del Estado de Pekín.
La acusación dice que los investigadores del FBI obtuvieron grabaciones de video y audio de sus reuniones con agentes del miinisterio en Hong Kong en marzo de ese año, aunque no explica cómo y cuándo obtuvieron dicha prueba.
En esas reuniones proporcionaron detalles de las comunicaciones de la CIA, operaciones de campo e informantes, y un video los muestra recibiendo 50.000 dólares.
Después de eso, un puesto en el FBI en Hawái le dio a Ma acceso a información clasificada que, al menos durante la década siguiente, descargó y fotografió para entregar a contactos chinos.
También se les pidió a él y a su pariente que identificaran a partir de fotografías a posibles agentes e informantes estadounidenses en China durante este período, según los cargos.
El caso es el último de varios contra empleados del gobierno estadounidense por la supuesta venta de secretos a China. Entre ellos, en noviembre, Jerry Chun Shing Lee, quien trabajó para la CIA de 1994 a 2007, fue sentenciado a 19 años de prisión por revelar información estadounidense a la inteligencia china.