Hace escasos meses, para Kattya Granados, mamá de la presentadora Keyla Sánchez, el término cáncer era ajeno: una enfermedad que nunca pensó que la afectaría.
En su familia, por ninguno de los dos lados, existían antecedentes de este tipo de enfermedad. Por eso, la tomó completamente por sorpresa el diagnóstico de cáncer de mama.
El pasado 5 de mayo, le realizaron una mastectomía radical y ahora tiene una lectura muy diferente del padecimiento.
“Ahora, me siento más identificada con las personas que han pasado por este proceso y que lo han superado. Les tengo todo mi respeto y admiración porque es muy difícil. Y eso que me a mí me ha ido bastante bien porque he tenido muchas posibilidades para medicamentos y tratamientos, entonces pienso demasiado en las personas que tienen limitados los recursos. Siento más empatía”, reflexionó Granados.
En la misma cirugía, los doctores le hicieron una reconstrucción mamaria. Al inicio, no quería someterse a ese proceso; pero, por recomendación médica, lo aceptó.
“Cuando la doctora me dio el diagnóstico, yo le decía que no me pusiera implantes, que me dejara así y ella me dijo: ‘Yo no la puedo dejar así porque afectaría su feminidad’. Ella me decía: ‘Es que no queda nada, no queda ni el pezón’. Así que vimos las opciones y estaba esa de quitar y poner implantes, y eso llevaba un riesgo, de que no tuviera irrigación sanguínea en lo que quedaba de piel. Ahorita se me está necrosando la piel. Tengo un hematoma gigante en el lado izquierdo, ayer me drenaron un montón de sangre y, por eso, iniciamos antibióticos porque corro riesgo de infección”, explicó la mamá de la presentadora de 'Calle 7'.
Para ayudarle a su piel, Granados se está sometiendo a una serie de tratamientos como la cámara hiperbárica, la cual sirve para llevar el oxígeno a todos los tejidos, tanto centrales como periféricos, mejorando así la circulación.
“Estoy al borde de la desesperación, llevo siete sesiones y son al menos 20. Quedo muy cansada, porque a uno lo someten a niveles altos de oxígeno, y uno tiene que hacer el esfuerzo para compensar los oídos. Duro una hora y media metida ahí, es una cámara muy pequeña que una persona claustrofóbica no soportaría”, agregó.
Una persona que ha estado para ella en todo momento y es su enfermera número uno, asegura, es su hija, Keyla Sánchez.
Si doña Kattya necesita algo, de inmediato Keyla se levanta a ayudarla, para evitar que su mamá se mueva. Ha sido muy servicial y amorosa en esta difícil situación.
¿Qué consejo le daría a una persona que atraviese su situación?
“Se vale sentirse agotado, cansado, desesperado, triste, como seres humanos es algo que se debe permitir. A veces, uno se quiere hacer el valiente. A mí no me gusta que me chineen, para hacerme la fuerte. Pero al mismo tiempo hay que tener mucha fe, y tengo este tema: las bendiciones muy grandes vienen disfrazadas de crisis, entonces pensemos y busquemos el propósito de Dios y su misión, qué quiere de nosotros en este mundo. Yo todo lo arreglo con oración. Anoche no dormí ni cinco minutos y pensé: 'Aquí me queda solo orar, porque tenía tanto dolor, y me puse de rodillas y lloraba”.
Desde que trascendió la noticia, muchas personas le han externado sus oraciones y buenos deseos a Granados; sin embargo, otras se han burlado y hasta "alegrado" de su enfermedad.
Doña Kattya no ha perdido su tiempo revisando comentarios, únicamente vio los que le llegan a su perfil, los cuales han sido positivos, y quiere agradecerlos uno a uno.
“Los comentarios negativos me dan lástima, no entiendo qué les pasó en la vida para hacerse sentir así. A mí no me afecta en nada. Esa persona debe tener una vida tan horrible para burlarse de una situación de este tipo. Así que siento compasión por ellos. Recuerden lo que uno siembra, lo recoge, a Dios no se le escapa ni una”, declaró.