SABANA
Reseña sin 'spoilers' de ‘Intensamente 2’
La nueva entrega de Disney Pixar se apoderará de las carteleras a partir de hoy.
En 2015 Pixar estrenó la historia de la pequeña Riley, una niña que lidia con sus emociones.
Nueve años después, llega la secuela de esta película animada, Intensamente 2. En esta ocasión, la narrativa sigue a una Riley ya adolescente, por lo que aparecen cuatro personajes que representan nuevas emociones, entre ellas Ansiedad, Envidia y Vergüenza.
Cada personaje tiene el nombre de la emoción que representa, menos uno de color morado pálido al que parece no importarle nada.
Se trata de Ennui. La descripción oficial del personaje dice que es “aburrida y somnolienta”, y añade “la cantidad perfecta de apatía adolescente a la personalidad de Riley, cuando le da la gana”.
El nombre de este personaje es de origen francés, idioma en el que significa "falta de interés".
“Si alguna vez le preguntaste a un adolescente cómo le fue en el día y te dijo bien, eso es Ennui”, acotó Kelsey Mann, la directora de Intensamente 2.
Este personaje refleja actitudes características de los adolescentes, pero ¿cuándo esta indiferencia puede ser señal de alerta?
Para responder esta inquietud, Teletica.com conversó con una psicóloga especialista en adolescentes.
"Existen dos tipos de adolescentes, los productivos y los apáticos. Estos últimos son los que refleja este personaje, no quieren hacer nada, son apáticos, no les gusta estudiar.
"La apatía, ese desinterés, es normal en la adolescencia porque es una etapa de cambios y puede surgir por el exceso de estimulación. Algunos adolescentes ya están acostumbrados a tenerlo todo y pierden esa capacidad de impresionarse. La apatía viene de que ya no les impacta nada, eso no significa que todo adolescente es apático", indicó la experta Andrea Chacón.
Chacón explicó cómo diferenciar la apatía adolescente de la depresión.
"La depresión va más allá, son señales de alerta como que el adolescente no quiere salir del cuarto, relacionarse con otras personas y hasta el punto que los padres son llamados del colegio por esa indiferencia que va más allá. Ahí puede haber una depresión. En esta población muchas veces la depresión y la ansiedad van de la mano.
"Si esta apatía e indiferencia por la vida es mucha, es importante llevar al adolescente donde un profesional para analizar si se trata de un padecimiento como la depresión. En muchos casos requiere el trabajo multidisciplinario entre el psiquiatra, psicólogo y hasta neurodesarrollista", subrayó.
La experta finalizó recordando a los padres de familia a estar atentos a estas señales de alerta, ya que la depresión es constante, la indiferencia o Ennui es momentánea.
"Hay que motivarlos para que ellos valoren las cosas pequeñas, tener rutinas interesantes, la rutina no es mala. Uno puede crear rutinas divertidas. Pero sí creo que todo adolescente debe tener sesiones con un psicólogo de confianza, pese a que se sienta bien. Es salud mental, debemos priorizar el sentirnos bien", terminó la psicóloga.