POR Michelle Naranjo Barboza | 24 de octubre de 2022, 14:48 PM

Hace aproximadamente 18 años, escuché por primera el nombre de Ramón Luis Ayala Rodríguez, mejor conocido como Daddy Yankee, cuando se estrenó el primer single que lo llevó al triunfo: 'La Gasolina'. Ayer fui a su última presentación en Costa Rica antes de su retiro definitivo y puedo asegurar que la experiencia fue digna de una sentida e integral despedida que consolidó, a través de todos sus detalles, las razones por las cuales el artista boricua se ha asentado en la cima como una de las grandes figuras del reggaetón a lo largo de las últimas décadas.

En la entrada del Estado Nacional, cientos de aficionados se apelotonaban —algunos desde horas de la madrugada y otros cuantos desde zonas lejanas de San José—a la espera de la apertura de las puertas, momento después del cual iniciaron las tres presentaciones de los teloneros citados para la gran despedida del boricua. 

Fotografía por Juan Manuel Quirós.

Estuvo la artista colombiana, Ale, a quien siguieron dos artistas nacionales: Dani Maro y Tapón. Al cabo del espectáculo de apertura, en las enormes pantallas del recinto apareció un temporizador que se encargó del conteo de cinco minutos que marcaría el arranque de uno de los conciertos más impresionantes que jamás haya presenciado en mi vida.

Desde el primer momento, el juego de luces, la escenografía y las artes visuales del evento se presentaron como la prueba más eficaz del calibre de espectáculo que yo y otros 50.000 espectadores tuvimos el privilegio de presenciar en las últimas dos fechas de la gira en Costa Rica.

Con canciones viejas como Rompe, Lo Que Pasó Paso, La Gasolina y otras más nuevas, como La Santa, Con Calma, X Última Vez y unas cuantas más de su último álbum, Legendaddy, el famoso 'Big Boss' puso a bailar a cada uno de los fanáticos allí presentes.

Cabe aclarar que también estuve en el último concierto que ofreció el boricua antes de su gira de despedida en nuestro país, el cual se celebró en 2019. Con esa referencia en mente, me permito asegurar que aquel espectáculo no tiene ni el más mínimo indicio de similitud cuando se compara con la excelencia del que presenciamos este fin de semana.

Fotografía por Juan Manuel Quirós.

Los sentimientos que pudo haber sentido el artista en esta fecha de despedida fueron evidentes e incluso dotaron al espectáculo de emociones sinceras y profundas. Daddy Yankee sin duda le puso alma, vida y corazón a su presentación en esta última gira y, como prueba de ello, están todos los detalles meticulosamente pensados para cada momento del show.

Y ya que tocamos el tema de la producción, cabe destacar que la misma fue, al menos ante los ojos de los espectadores, impecable; se percibió mucho orden en el evento, a excepción de los baños, donde las filas para quienes no contaban con un pase VIP obligaban a los espectadores a esperar hasta 15 minutos para poder utilizar el servicio.

Fotografía por María José Quesada.

Algo que me sorprendió mucho fue la diversidad de banderas que se dejaban ver entre el público, y la cantidad de vecinos nicaragüenses que se hicieron presentes en el Nacional.

Aunque quizás el hecho que más me marcó y que me guardaré para siempre cuando recuerde este concierto, fue escuchar al pionero del reggaetón decir lo mucho que le gusta nuestra frase nacional: 'Pura Vida'.

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