POR Deutsche Welle | 19 de julio de 2020, 16:21 PM

Los dirigentes europeos redoblaron este domingo sus esfuerzos para levantar las reservas de los países llamados "frugales", así como de Hungría y Polonia, sobre su plan para superar los estragos del coronavirus, en un tercer día de discusiones sin final a la vista. Pese a que la canciller alemana, Angela Merkel, había advertido de la posibilidad de cerrar otra jornada sin acuerdo, la negociación en grupos se intensificó y el primer encuentro a 27 comenzó pasadas las 19:00 con una cena de trabajo.

"Llegó la hora del acuerdo", tuiteó la primera ministra belga, Sophie Wilmès, más de 55 horas después del inicio de la cumbre, junto a una foto en la terraza del despacho del jefe del Consejo, Charles Michel, centro neurálgico de las tensas discusiones. Este expresó, según una fuente conocedora de las discusiones, a los 27 su deseo de que los europeos consigan llegar a "un acuerdo y que los diarios europeos titulen mañana [lunes] sobre el hecho de que la Unión Europea logró una misión imposible".

La última propuesta que han hecho los países "frugales" pretende recortar en 50.000 millones el fondo hasta los 700.000. Este grupo de países -Dinamarca, Suecia, Países Bajos y Austria, a los que se ha sumado Finlandia- pretenden además que se repartan por igual ayudas directas y préstamos, 350.000 millones en cada caso. Esto supondría 150.000 millones menos en ayudas directas con respecto a la propuesta inicial.

Ayer el presidente del Consejo, Charles Michel, propuso trasvasar 50.000 millones de las ayudas al capítulo de préstamos, aunque mantenía el montante del fondo. Eso suponía 450.000 millones en ayudas y 300.000 en préstamos. Los países del sur, como España e Italia, los más afectados por la pandemia, habían hablado de un mínimo de 400.000 millones en transferencias directas, cantidad que ayer defendieron tanto Angela Merkel como Emmanuel Macron, que dijeron que no aceptarían una cantidad menor.

"La cena está en marcha y aún puede cambiar el escenario" insisten fuentes de la delegación española. Y subrayan que Sánchez sigue apostando por un acuerdo ambicioso, "en consonancia con el desafío que la UE tiene ante sí y la magnitud de la crisis provocada por la pandemia". Sánchez también está insistiendo, dicen desde la delegación, en defender una gobernanza "ágil y eficiente" que "permita la absorción de los fondos", es decir, que no obstaculice su desembolso.