Deutsche Welle
Trump designa su nuevo equipo de seguridad
Pete Hegseth fue nominado secretario de Defensa, mientras que Kristi Noem en Seguridad Interior. John Ratcliffe dirigirá la CIA y Mike Waltz fungirá como asesor de seguridad nacional.
Durante su campaña presidencial, el ahora presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que piensa bombardear blancos de los cárteles de la droga mexicanos, acusados por el gobierno de EE. UU. de ser los responsables de la pandemia de fentanilo que ha provocado en los últimos cinco años la muerte por sobredosis de más de 300 mil personas en ese país.
No es una nueva idea. Mark Esper, quien fue secretario de la Defensa durante el primer mandato de Trump, aseguró en sus memorias publicadas en 2022 que el presidente le consultó sobre la posibilidad de bombardear laboratorios de drogas en territorios mexicanos.
A esto se suma el reciente reproche del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Aseguró que fracasó la estrategia de "abrazos y no balazos” y que actualmente hay un problema de violencia e inseguridad "muy grande” en México. El mensaje revela un claro endurecimiento en la posición estadounidense.
La pregunta que está en el aire es si intervenir con fuerzas armadas para combatir a los cárteles de la droga es realmente un plan o solo una ocurrencia. La respuesta la obtuve esta semana en Texas en el "Encuentro Internacional sobre Carteles y Pandillas Mexicanas” al que asistí como ponente.
Cuando Donald Trump tome protesta como presidente de los Estados Unidos y regrese a la Casa Blanca piensa declarar a los cárteles y sus cómplices como "terroristas”. Y hay planes de crear una operación especial de ataque para exterminar a estas organizaciones criminales.
Así lo explicó Tim Kennedy, multi-condecorado militar estadounidense cercano a Trump desde 2016 a la fecha, ante la pregunta expresa que le formulé a él y a otros asistentes de las fuerzas del orden estadounidense en activo y en retiro que estuvieron presentes en el evento.
Kennedy fue parte de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Peleó en la guerra de Irak, Afganistán y fue parte de la Operación antiterrorista Escudo Juniper. Tiene el grado de sargento mayor boina verde y como francotirador ha formado parte de las Fuerzas Especiales. Es considerado un rockstar en las fuerzas del orden de Estados Unidos.
Tras afirmar que ha estado cercano a Trump en los últimos años aseguró: "Este es un hombre completamente diverso, este es un hombre que claramente perdió la elección en el 2020, es un hombre que fue traicionado por varios de sus colegas y personas designadas y él acepta que cometió varios errores respecto a quién designó y a qué cargo”.
Kennedy dijo que no podía hablar a nombre del Presidente electo, pero compartió lo que sabía: "lo que hemos clarificado en las últimas 72 horas es que se hará todo lo necesario”, dijo, "nos hemos quitado los guantes contra todos nuestros adversarios. Vamos a combatirlos diplomáticamente, vamos a combatirlos en guerras internacionales, los combatiremos militarmente y económicamente”.
"No andaremos con rodeos, buscando pasivo-agresivamente soluciones diplomáticas. Vamos a obligar a los gobiernos a las políticas estadounidenses; y nuestra habilidad de hacer esto viene de que somos la nación más rica y poderosa en el planeta, lo cual no hemos utilizado a nuestro favor en un largo tiempo”, afirmó.
El militar consideró que hasta ahora el gobierno de Estados Unidos ha actuado "muy tranquilamente” en México. "Creo que esos días se han terminado. Creo que el gobierno mexicano lo sabe, creo que los carteles lo saben”.
Señaló que en cerca de setenta días Trump comenzara a designar comités especiales, operaciones especiales, a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a nivel local y estatal, "y verdaderos expertos contra el tráfico en todas sus formas. Ese mismo consejo propondrá políticas y políticas económicas para diferentes naciones”. Adelantó que el plan es exterminar a quienes están traficando drogas a Estados Unidos.
Durante su intervención pregunté directamente a Kennedy que pasará con las autoridades mexicanas involucradas con el crimen organizado. Durante los veinte años que llevo investigando a los cárteles mexicanos me queda claro que la corrupción de las autoridades es un factor fundamental en el caos, ingobernabilidad, violencia e impunidad que se vive en México.
El caso de Genaro García Luna, ex secretario de seguridad pública, hoy sentenciado por narcotráfico en Nueva York; los compromisos que hizo con el crimen organizado el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya son ejemplos claros de la penetración del crimen organizado en la política mexicana y el gobierno.
"Si alguien está rompiendo la ley y alguien está haciendo daño a estadounidenses, no importa quien sea, no me importa quien está en la lista…deben rendir cuentas a nuestra ley. De la misma forma, si algún otro país no está respetando la soberanía de nuestra nación y eso incluye nuestras fronteras”, opinó Kennedy.
Consideró que el gobierno de México está facilitando traslados ilegales de personas o mercancía. "Están violando la ley estadounidense y deben rendir cuentas. Todos, nadie está sobre la ley”, dijo. Anticipó que contra los carteles mexicanos habrá operaciones especiales que podrían estar integradas incluso por fuerzas especiales militares.
El ex combatiente en la guerra de Irák y Afganistán consideró que la batalla no será fácil. Señaló que luchar contra los carteles mexicanos será como pelear contra Al queda.
"Esos (los carteles) son adversarios puros, los más cercano a adversarios contra los que hemos peleado desde los miembros de unidades de Al Qaeda de nivel 1. "Los carteles son tan capaces o más, y están mejor financiados. No es que estemos peleando contra plebeyos en las montañas, estamos peleando contra adversarios de nivel con financiamiento ilimitado. Esto se va a poner muy muy mal”, anticipó.
Al preguntarle sobre lo que piensa que hará el gobierno de México, comentó que deben estarse "muriendo de miedo”. "Porque tienen que tomar una decisión entre apoyar a los carteles o seguir la ley. Si eligen la otra opción, serán nombrados adversarios, porque él designará a los carteles como organizaciones terroristas y podrá utilizar sanciones contra cualquier facilitador, lo cual puede incluir una nación”.
Puso como ejemplo lo que está ocurriendo en Qatar. "Hamás (grupo terrorista) vivía en Qatar en mansiones de cientos de millones de dólares y Qatar les dijo ‘vete, no me importa a dónde vayas, sólo no puedes estar aquí'. Eso sucedió en 72 horas y eso es de lo que estoy hablando. Tienes a una nación entera corriendo a los líderes de Hamás porque saben lo que se viene”.
Si se concretara lo que comentó Tim Kennedy, que Trump designe como grupos terroristas al Cartel de Sinaloa, al Cartel Jalisco Nueva Generación, al Cartel del Noroeste, etcétera, al hacerlo eso les daría el marco legal para poner sanciones económicas a México e incluso llegar a enviar operaciones antiterroristas a México.
Steve Duncan, un hombre que fue parte del equipo del gobierno de Estados Unidos que desmanteló al Cartel de los Arellano Felix, y que fue testigo de su brutal violencia en la década de los noventas e inicios de este siglo, también coincidió en que deberían nominarse como grupos terroristas a los carteles mexicanos.
"Espero que los carteles sean calificados como una organización terrorista porque lo son”. "Muere más gente en México que en las guerras en el desierto, una cantidad fenomenal de gente muere en México. Los carteles son nuestro enemigo número uno, son nuestra amenaza número uno”.
Señaló que espera que ese ultimátum ponga presión al gobierno mexicano para que hagan las cosas y se cree una junta de trabajo entre México y Estados Unidos, que trate sobre armas, drogas, monitoree conjuntamente la frontera, y combata conjuntamente a los carteles.
Recordó que con AMLO se terminó la cooperación bilateral y se obstruyó como nunca antes la presencia de las fuerzas del orden estadounidenses que hacían tareas de inteligencia para combatir a los capos de la droga. Señaló que pueden ser procesados otros funcionarios mexicanos como García Luna.
México está en medio de una guerra entre carteles de la droga desde el año 2001, tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera "El Chapo” uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, lograda gracias a la complicidad de autoridades federales durante los gobiernos de los expresidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
Tras su salida El Chapo, junto con sus entonces asociados Ismael Zambada García, El Mayo, Arturo Beltrán Leyva, Vicente Carrillo Fuentes, Ignacio Coronel, los hermanos Valencia y otros, se unieron para crear la llamada Federación para apoderarse de todo el país y eliminar a su competencia criminal: El Cartel de Tijuana, y el Cartel del Golfo.
Con la ayuda de policías municipales, estatales, miembros del ejército mexicano, y distintas corporaciones federales como la Agencia Federal de Investigación y la Policía Federal fueron ampliando sus territorios y eliminando a enemigos.
Al lograr la captura o muerte de sus rivales criminales, los subjefes de esas organizaciones se fueron atrincherando en territorios más locales y crearon sus propios grupos criminales en una operación más focalizada territorialmente provocando otra guerra entre esas células. Una especie de "balcanización”, por lo que el país se ha visto sumido en una guerra expandida y constante de diferentes niveles.
Las instituciones dirigidas por García Luna como la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y su Policía Federal, que sirvieron de brazo armado a la Federación son solo un ejemplo de cómo desde el gobierno federal se cargaron los dados para proteger los intereses de un grupo criminal.
En 2008 ocurrió una fractura dentro de la Federación tras una traición. El Mayo y El Chapo pusieron una trampa y entregaron al ejército a Alfredo Beltrán Leyva generando una ruptura con su hermano Arturo Beltrán Leyva y Vicente Carrillo Fuentes, desatando un baño de sangre.
Algo similar a la guerra intestina en el Cartel de Sinaloa, cuando Los Chapitos atraparon a El Mayo Zambada en Culiacán y lo llevaron a la fuerza a Estados Unidos. La guerra de los narcos ha sido constante, infinita, causando terror en la población. Entre 2001 y 2024 han desaparecido más de 115 mil personas y han sido asesinadas cerca de medio millón, siendo el año más violento de este siglo el 2020, bajo el
En apenas los primeros 44 días de gobierno de Claudia Sheinbaum la guerra de narcos se ha recrudecido de modo veloz y brutal. Como si al México en llamas alguien le hubiera echado gasolina. Ocurren cosas insólitas como el bombardeo de zonas en Durango por parte de Los Chapitos contra enemigos suyos, con la permisividad del gobierno federal, como informé en mi columna anterior. La masacre de 11 miembros de una familia en Guerrero cuyos cuerpos con huellas de tortura fueron abandonados en la vía pública como acto para infundir terror. Entre ellos 4 niños y 3 mujeres.
Qué decir de lo ocurrido el 9 de noviembre en el bar Cantaritos de Querétaro cuando un grupo organizado con armas de uso exclusivo del ejército atacó a la ciudadanía dejando como saldo 10 personas muertas y 7 heridos. Al día siguiente, el 10 de noviembre, hubo un suceso similar en el bar Bling Bling el estado de México. Seis personas fueron asesinadas y varios resultaron heridos. A esto habrá que sumar la guerra entre Los Chapitos y los Zambada a plena luz del día en carreteras, calles y lugares públicos de las principales ciudades de Sinaloa.
Todos estos hechos son un botón de muestra de la guerra y el terrorismo que vive el país desde principios de este siglo. Es ante este panorama que surge la idea radical de Trump, y es mejor hablar de esa posibilidad que meterla debajo de la alfombra. Las señales son claras y si alguien tuviera duda de las duras medidas que piensa tomar Trump a su regreso a La Casa Blanca, recordemos las acusaciones del Republicano Marco Rubio quien será el secretario de Estado de Trump. Cuando aún era presidente López Obrador, el senador claramente lo responsabilizó de permitir que los narcos tomaran control de México.
"Gran parte del país, del territorio nacional, se lo ha entregado a estos narcotraficantes que controlan esas áreas. Eso a nosotros nos importa porque estamos viendo las consecuencias de esa violencia y esa criminalidad entrando a nuestra frontera y a nuestro país”, dijo en una entrevista a Telemundo. Todo apunta a que el gobierno de Trump piensa instaurar una política pública nunca antes vista contra los cárteles de la droga y sus protectores en México. ¿En verdad eso hará temblar al gobierno de México y a los cárteles? Está por verse.