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Bombardeos en Kiev: No todos pueden protegerse en refugios antiaéreos
Rusia sigue atacando ciudades ucranianas con misiles y drones. Pero la gente tiene problemas para entrar a los refugios antiaéreos.
Hace 80 años, el barco de pesca V-1302 John Mahn, utilizado como patrullero por el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial, fue bombardeado y hundido por aviones de combate británicos frente a las costas de Bélgica. Desde entonces, los restos corroídos de esta nave permanecen a más de 30 metros de profundidad, en el Mar del Norte.
Ahora, un grupo de científicos ha detectado varios contaminantes en las cercanías de este naufragio que están generando un impacto nocivo en la microbiología y la geoquímica de la zona, en el fondo marino, según se detalla en un estudio publicado la semana pasada en la revista Frontiers in Marine Science.
Más de 8.000 naufragios dejaron las guerras mundiales del siglo pasado. Muchos de estas embarcaciones transportaban petróleo y agentes explosivos que terminaron en las profundidades marítimas, podrían estar contaminando y provocando importantes daños ambientales.
"El público en general suele estar bastante interesado en los naufragios por su valor histórico, pero a menudo se pasa por alto el potencial impacto medioambiental de estos restos", afirmó la principal autora del estudio Josefien Van Landuyt, de la Universidad de Gante (Bélgica).
Los científicos tomaron diferentes muestras del casco de acero, de sedimentos y sus alrededores, en diversas distancias y direcciones. Tras analizar estas muestras, los expertos encontraron grandes concentraciones de contaminantes tóxicos como níquel, cobre, arsénico, petróleo y compuestos explosivos.
"Aunque no veamos estos viejos naufragios, y muchos de nosotros no sepamos dónde están, pueden seguir contaminando nuestro ecosistema marino. De hecho, su vejez podría aumentar el riesgo medioambiental debido a la corrosión, que está abriendo espacios antes cerrados. Por tanto, su impacto medioambiental sigue evolucionando", añadió la científica.
En el Mar del Norte existen varios otros naufragios que podrían estar contaminando el ecosistema del fondo marino. Por eso mismo, la autora dice que este estudio es solo la "punta del iceberg" y que deben seguir mapeando otros barcos hundidos.
"Solo hemos investigado un barco, a una profundidad y en un lugar. Para obtener una mejor visión del impacto total de los naufragios en nuestro Mar del Norte, habría que muestrear un gran número de naufragios en varios lugares", concluyó Van Landuyt.