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Pesticidas naturales: ¿Una alternativa viable ante las plagas en la agricultura?
Agricultores que durante décadas confiaron en los pesticidas fabricados con productos químicos para combatir las plagas están recurriendo cada vez más a los pesticidas naturales.
Desde los inicios de la agricultura, los campesinos han luchado por proteger los cultivos de las plagas. En la antigua Persia -actualmente Irán, un insecticida natural llamado piretro, elaborado con flores secas de crisantemo, se utilizaba para paralizar a los insectos que atacaban a las plantas comestibles y para matar piojos del cabello.
Pero en los albores del siglo XX, la monoagricultura a gran escala empezó a recurrir a productos químicos que contenían arsénico, azufre o cobre. Todos esos pesticidas químicos han tenido un profundo impacto en los ecosistemas y en la salud humana, por lo que algunos países los han prohibido.
La Unión Europea, por su parte, lleva tiempo amenazando -sin conseguirlo- con vetar el glifosato, un controvertido herbicida que amenaza la biodiversidad.
Así que ¿qué alternativa existe para los pesticidas químicos?
Fabricar pesticidas de forma natural
Los biopesticidas creados con productos vegetales como el piretro, aceites del árbol de nim, u hongos que protegen contra los patógenos están ganando popularidad en todo el mundo.
El nim, un árbol común en la India, contiene una serie de limonoides -los cuales se encuentran en los cítricos y son conocidos por sus propiedades insecticidas- que repelen a los insectos cuando se aplican en forma de aceite esencial.
Este pesticida natural es eficaz, por ejemplo, para controlar las langostas e impedir que formen enjambres destructivos.
El aceite esencial de romero también ha demostrado ser repelente contra los pulgones, que atrofian y deforman diversas especies de cereales y hortalizas.
Cómo actúan los pesticidas naturales
En un estudio publicado en diciembre, investigadores australianos mostraron cómo los pulgones azulados se están volviendo resistentes a los insecticidas químicos. Para acabar con esta resistencia, los autores recomendaban alternativas no químicas de control de plagas, entre ellas el fomento de "enemigos naturales" como mariquitas y avispas parasitoides.
Según los investigadores, otra opción son las nuevas bacterias utilizadas para combatir con éxito las enfermedades transmitidas por mosquitos. En lugar de depender de pesticidas químicos universales, la idea es emplear soluciones regionales específicas para el control de plagas.
De hecho, en Brasil, que es el mayor exportador de soja, se está avanzando en la creación de pesticidas naturales a partir de hongos y bacterias orgánicos.
La aplicación de estos microorganismos naturales ha demostrado ser beneficiosa, ya que permite que los cultivos de soja prosperen resistiendo plagas y enfermedades.
Ventajas de los biopesticidas
Los llamados plaguicidas microbianos, consistentes en microorganismos como bacterias u hongos, pueden controlar una gran variedad de plagas, según la Autoridad de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés). Los más utilizados son cepas de la bacteria Bacillus thuringiensis que produce una mezcla de proteínas capaces de matar varias especies afines de larvas de insectos.
Estos biopesticidas no sólo son menos tóxicos que los pesticidas convencionales, sino que focalizan su impacto sobre la "plaga objetivo y los organismos estrechamente relacionados", afirma la EPA.
Esta aplicación localizada contrasta con los pesticidas convencionales, que pueden afectar a diversos organismos, como aves, insectos y mamíferos.
Según la EPA, los biopesticidas también son eficaces en cantidades muy pequeñas. Además, se descomponen rápidamente, lo que reduce la exposición ambiental y la contaminación asociada a los pesticidas convencionales.
Además, los plaguicidas naturales también pueden aumentar el rendimiento de los cultivos, aunque hay que tener en cuenta que el cambio climático y el aumento de CO2 en la atmósfera podrían alterar la dinámica entre determinadas plantas y plagas.