Internacional
NASA se lanza a investigar posible existencia de vida en una luna de Júpiter
El viaje será largo: la misión llegará a Europa, uno de los satélites de Júpiter, en abril de 2030.
Uno de los tres astronautas de la NASA que estuvo casi ocho meses en la Estación Espacial Internacional (EEI) fue hospitalizado al regresar a la Tierra, pero la agencia estadounidense declinó dar más detalles sobre la persona enferma.
Los astronautas de la misión Crew-8 Matthew Dominick, Michael Barratt, Jeanette Epps y el ruso Alexander Grebenkin, regresaron el pasado 25 de octubre cuando la cápsula de SpaceX aterrizó en el Golfo de México, frente a la costa de Florida.
Los cuatro tripulantes fueron trasladados a un hospital cercano a Pensacola. Allí, uno de los estadounidenses acabó pasando la noche por un “problema médico” no revelado y por una “medida de precaución”, informaron las autoridades.
A pesar de que han pasado dos semanas desde el regreso y de que este astronauta haya recibido el alta médica, la NASA se negó a revelar quién fue hospitalizado o por qué, citando la privacidad médica.
Posteriormente, Dominick, Barratt y Epps, que estuvieron en la EEI más de lo esperado debido a problemas con la cápsula de la tripulación Starliner de Boeing y al mal tiempo, hablaron públicamente tras ser dados de alta.
Sin embargo, cuando se les preguntó en la rueda de prensa del viernes (08.11.2024) cuál de ellos había estado enfermo, los astronautas se negaron a hacer comentarios.
Barratt, médico especializado en medicina espacial, se negó incluso a describir los síntomas que presentó uno de ellos: “El vuelo espacial es algo que todavía no comprendemos del todo”, explicó.
“A veces encontramos cosas que no esperamos. Esta fue una de esas veces y todavía estamos reconstruyendo cosas sobre esto”, contó Barratt, el único miembro de la tripulación que había volado antes en el espacio.
“Así que, para mantener la privacidad médica y dejar que nuestros procesos avancen de forma ordenada, esto es todo lo que vamos a decir sobre ese suceso en este momento”, aseguró.
En tanto, Epps indicó que cada persona reacciona de forma diferente al espacio y a la gravedad, que “esa es la parte que no se puede predecir”. No obstante, “cada día es mejor que el anterior”, agregó.
El astronauta Dominick dijo que le costó varios días acostumbrarse a pequeñas cosas, como sentarse cómodamente en una silla dura.
Los astronautas de esta misión estuvieron un total de 235 días en el espacio, casi dos meses más que la rotación normal de la tripulación de la EEI, que suele durar un máximo ideal de seis meses.
Sin embargo, hay astronautas que han estado más tiempo en el espacio, según informa Space.com. Por ejemplo, entre 1994 y 1995, el astronauta ruso Valeri Poliakov estuvo 437 días en la Estación Espacial Soviética (MIR).