POR Deutsche Welle | 13 de septiembre de 2022, 20:34 PM
En Suecia, hasta ahora bastión de la tolerancia, un partido de extrema derecha y antiinmigración podría estar a punto de formar parte de una coalición gubernamental conservadora. ¿A qué se debe?
¿Cuáles son los resultados electorales?
El domingo pasado, Suecia celebró elecciones parlamentarias.
Con más del 95 por ciento de los votos contados, aún no se ha dado a conocer al partido ganador. Las encuestas a boca de urna arrojaron la victoria de la coalición de centroizquierda de los socialdemócratas, en el poder desde 2014.
Pero, mientras avanzaba el recuento de votos, el bloque de derecha formado por los liberales, los demócratas cristianos, los moderados y los demócratas suecos, ahora parece estar en camino de ganar, actualmente con el 49,7 por ciento de los votos.
Lo que sí se sabe es que los socialdemócratas obtuvieron el 30,5 por ciento de los votos, y Demócratas de Suecia (DS), es la segunda fuerza con más votos, casi el 21 por ciento.
¿Cuál es el origen de Demócratas de Suecia?
El partido, fundado en 1988, tenía elementos de la extrema derecha sueca: del fascismo y del movimiento nacionalista blanco. "Algunos de ellos también tenían vínculos con movimientos neonazis”, dice Johan Martinsson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Gotemburgo, Suecia.
Sin embargo, a mediados de los 90, los nuevos líderes del partido denunciaron públicamente el nazismo. "Gradualmente, el partido comenzó a normalizarse y a prohibir categóricamente el racismo”, explicó Martinsson. Además, expulsaron a miembros extremistas y se modificó su plataforma.
Pero, según Bulent Kenes, exeditor de un periódico turco que vive en Suecia y que está en busca de asilo desde 2016, " (el partido) mantiene una agenda oculta". Él cree que la formación, sencillamente, ha endulzado su ideología neonazi para hacerla más aceptable socialmente.
Nuevo líder del partido
En 2005, el actual líder del partido, Jimmie Akesson, llegó a la cúspide de la formación con solo 26 años. Akesson, exmiembro del Partido Moderado, cambió la imagen de extrema derecha de Demócratas de Suecia por una versión más populista.
Al igual que otros movimientos populistas de derecha, el partido se mostró como "defensor de la ‘gente de a pie' contra una élite corrupta en el punto álgido de una recesión global", escribió la académica Danielle Lee Tomson en un artículo sobre el ascenso de Demócratas de Suecia. Además, se produjo un cambio de imagen, más amable, incluso hubo una transformación del logotipo. El partido debutó en el "Riksdag” (Parlamento) en 2010, cuando obtuvo casi el 6 por ciento de los votos.
Demócratas de Suecia se vuelven convencionales
Debido en gran parte a la guerra civil en Siria, a Europa llegaron muchos refugiados en 2015, en su mayoría musulmanes. Suecia acogió a unos 163.000 solicitantes de asilo; Alemania, a alrededor de 1 millón.
Suecia tuvo el segundo mayor número de solicitudes de asilo per cápita en Europa, después de Hungría. El politólogo Martinsson cree que este hecho ha impulsado al partido en las urnas: "La razón principal del éxito del partido (DS) en la última década ha sido el número excepcionalmente alto de solicitantes de asilo en Suecia y el cambio demográfico inusualmente rápido en términos de etnia y de proporción de ciudadanos nacidos en el extranjero". Otros motivos son el aumento de la violencia y las actividades de pandillas criminales.
Auge causa sorpresa
"Me sorprende que sea el segundo partido más votado en las elecciones", dijo Kenes a DW, ya que los Demócratas de Suecia habían perdido terreno durante la pandemia. Además de la inmigración, los efectos económicos de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania han contribuido a impulsar la popularidad del partido, sobre todo entre la clase trabajadora.
El periodista turco no cree que todos los votantes Demócratas de Suecia compartan la ideología nacionalista y populista del partido, sino que "reaccionan ante la inflación y el deterioro económico".
¿Qué defienden los Demócratas de Suecia?
El politólogo Martinsson define a los Demócratas de Suecia como "un partido, sobre todo, antiinmigración y de ideología nacionalista", pero evita describirlo de extrema derecha o radical. Su objetivo es que no haya solicitantes de asilo, que se impongan penas de cárcel más largas y que haya más deportaciones. El partido también tiene una postura euroescéptica.
"En términos económicos, el partido es más centrista y pragmático, con una mezcla de propuestas de derecha e izquierda", afirmó. El periodista Kenes, sin embargo, está convencido de que la formación es una amenaza para la democracia.
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