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Piyamas, "dulzura" y sexo en el juicio a Trump
"No llevaba ropa ni zapatos, creo que aún tenía puesto el sujetador. Estábamos en la posición del misionero", describió la exestrella porno.
El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, afirmó este martes (07.05.2024) que la cárcel de Rikers Island está “preparada” para recibir a Donald Trump si el expresidente estadounidense es sentenciado a pena de prisión por violar la ‘orden mordaza’ a la que se enfrenta en su juicio penal en Manhattan.
Adams se refirió también a su “increíble comisaria” del Departamento de Correccionales de Nueva York, Lynelle Maginley-Liddie, y a su equipo, de los que dijo que estarán “listos” si llega el momento.
“Estarán preparados para lidiar con la situación (…) Cuando se trata de aplicar la ley, tenemos que adaptarnos a lo que venga. No queremos hablar de hipótesis, pero tenemos profesionales allí y están preparados para recibir a todo el mundo”, afirmó Adams en una rueda de prensa tras ser preguntado por el supuesto caso de que el exmandatario sea enviado a prisión.
En el marco del juicio penal contra Trump en Nueva York, en el que se le acusa de falsificación de registros contables para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels -con la que habría tenido un ‘affaire’- y proteger así su campaña de 2016, el juez Juan Merchan ha multado en dos ocasiones al político por violar la ‘orden mordaza’ y le ha advertido sobre la posibilidad de encarcelarlo.
La exactriz de cine porno Stormy Daniels, en el centro del caso que ha sentado en el banquillo de la justicia a Trump, describió con lujo de detalles este martes su supuesto encuentro sexual de 2006 en un hotel.
Trump, de 77 años, está acusado de falsificar 34 documentos contables para ocultar el pago de 130.000 dólares destinado a comprar el silencio de Daniels, en plena recta final de las elecciones de 2016, que el magnate republicano ganó frente a Hillary Clinton.
El testimonio de Daniels era uno de los más esperados de este juicio que ha entrado en la tercera semana y que ha arrojado luz sobre las bambalinas de su campaña de 2016 cuando le acechaban pasados escándalos sexuales.
“La fiscalía llama a Stormy Daniels”, dijo la fiscal Susan Hoffinger, ante la impasible mirada del magnate, vestido con traje azul y corbata dorada, flanqueado por sus abogados en la vetusta sala del tribunal de Manhattan.
Lo que siguió fue un testimonio gráfico sobre el encuentro sexual que Daniels dijo haber mantenido con Trump -sus calzoncillos, la posición sexual, que no usó condón-, mientras el expresidente observaba en silencio, impertérrito.
El juez encargado volvió a sancionarlo este lunes con 1.000 dólares por desacato (unos 935 euros), ya que el exmandatario ha continuado cargando públicamente contra los implicados en el proceso abierto en Nueva York, a pesar de tenerlo prohibido.
“Lo último que quiero es meterle en la cárcel. Usted es el expresidente de los Estados Unidos y posiblemente el próximo presidente también, pero tengo un trabajo que hacer y parte de ese trabajo es proteger la dignidad del sistema judicial”, le espetó el Merchan ayer.
De hecho, el juez ya multó a Trump con 9.000 dólares la semana pasada, al considerar punibles varias declaraciones públicas en su red social, Truth Social, y en el sitio web de su campaña, en las que atacaba a algunos de los testigos.
De ingresar en prisión, se convertiría en el primer expresidente entre rejas, como ya es el primero acusado penalmente, al enfrentarse a 88 cargos criminales por diversos procesos legales abiertos en tribunales de varias ciudades y por diferentes delitos.