POR Deutsche Welle | 9 de septiembre de 2021, 15:59 PM

En un nuevo esfuerzo para controlar la pandemia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amplió el jueves la obligatoriedad de la vacuna contra el COVID-19 para los 2,1 millones de empleados federales, durante un discurso desde la Casa Blanca, en momentos en que su popularidad política ha decaído. Además, se exigirá el mismo requisito a los contratistas que trabajen con el Gobierno federal, y presionará a las empresas privadas para que hagan lo mismo. En concreto, los de compañías de más de cien empleados deberán presentar test o estar vacunados.

"Una clara minoría de estadounidenses apoyados por una clara minoría de funcionarios de cargos electos impide pasar la página" de la pandemia, dijo Biden en un discurso televisado durante el cual anunció un nuevo plan de vacunación que afectará en total, según dijo, a unos cien millones de personas. "Por favor, vacúnense", insistió Biden.

La Casa Blanca adelantó que presentará un plan de "seis puntas". Un punto clave será la vacunación obligatoria para todos los empleados y contratistas federales, dijo a la AFP una fuente familiarizada con la estrategia, que habló bajo condición de anonimato. Actualmente, los trabajadores del gobierno deben vacunarse o someterse a pruebas periódicas. "El presidente firmó una orden ejecutiva para llevar esas acciones un paso más allá y exigir que todos los trabajadores del poder Ejecutivo federal se vacunen", dijo la fuente.

El 53,3% de los estadounidenses ha recibido la pauta completa de las vacunas contra el COVID-19, incluidos el 62,4% de los mayores de 12 años, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). La estrategia de Biden incluye administrar una tercera dosis de la vacuna para reforzar la inmunidad entre la población.

El éxito inicial del gobierno en el despliegue de las vacunas y en la promoción del uso de mascarilla impulsó al demócrata Biden tras su toma de posesión. Luego de liderar el índice mundial de muertes por coronavirus bajo el mandato del expresidente republicano Donald Trump, Estados Unidos se convirtió en un modelo de cómo vencer la pandemia. El 4 de julio, Biden incluso organizó una gran parrillada en la Casa Blanca para celebrar el Día de la Independencia estadounidense y el fin del confinamiento.

Pero la aparición de la variante delta del virus -sumamente contagiosa- durante el verano boreal, hizo que los casos volvieran a niveles de crisis, con los hospitales de algunos estados nuevamente desbordados de enfermos y moribundos. Biden, cuya aprobación promedio en las encuestas está por primera vez por debajo del 50%, necesita urgentemente cambiar el rumbo de la pandemia -que vuelve a generar incertidumbre en la recuperación económica y en otros aspectos de su gestión- o al menos demostrar que la tiene bajo control.

Lea también

Internacional

El Brexit y la pandemia agravan la escasez de productos en Reino Unido

Las empresas británicas llevan varios meses sufriendo problemas de abastecimiento que podrían lastrar la recuperación.