POR Deutsche Welle | 11 de abril de 2024, 6:43 AM
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se mostró "optimista" este jueves ante la posibilidad de que Estados Unidos ponga fin al proceso contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, admitiera que lo está considerando.
"Cada vez me siento más optimista respecto a un resultado (positivo), pero desde luego todavía no se ha producido", dijo Albanese durante una entrevista con el canal de televisión Sky News.
El mandatario australiano reafirmó que su gobierno seguirá luchando a nivel político y diplomático por la liberación del periodista y activista australiano de 52 años, que se encuentra a la espera de la decisión del Tribunal Superior de Londres sobre la petición de apelación a su extradición a Estados Unidos.
"El encarcelamiento continuado de Assange no sirve de nada y queremos que Assange pueda regresar a su país", acotó el dirigente.
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El presidente estadounidense dijo que Estados Unidos está “evaluando” la solicitud de Australia de retirar los cargos de espionaje contra el fundador de WikiLeaks.
Assange se enfrenta a más de 18 cargos penales por espionaje a raíz de la publicación en WikiLeaks de documentos clasificados relacionados con la defensa nacional de EE.UU., incluidas supuestas violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares del país norteamericano en las guerras de Irak y Afganistán.
Las declaraciones de Albanese se dan después de que Biden dijera el miércoles que las autoridades de su país "consideran" una petición de Australia para cerrar este proceso, en el que Assange podría ser condenado a 175 años de prisión.
Desde 2019, el periodista se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Berlmarsh (Reino Unido) a raíz de que ese mismo año la embajada de Ecuador en Londres, en cuyo interior Assange se refugió durante siete años, le retirara el asilo concedido en 2012.
El fundador de WikiLeaks -quien asegura que las acciones legales en su contra responden a una persecución política de Washington- padece de una salud mental frágil y está en riesgo de cometer suicidio si es extraditado a Estados Unidos, según sus abogados defensores.