Jicaral
Sangre joven de Guanacasteca propina un duro golpe a Jicaral
ADG le sacó nueve puntos de ventaja a Jicaral en la lucha por la permanencia.
A veces el frío no solo está en las cobijas. El Saprissa destituyó al español Iñaki Alonso, pero los males del equipo siguen siendo los mismos. Todos los problemas quedaron al descubierto en la goleada 4-1 ante San Carlos.
A los morados les cuesta hacer jugadas en ofensiva con cuatro pases consecutivos. Generar vértigo por los extremos fue una tarea muy difícil para los visitantes durante los 90 minutos.
El equipo lo dirigió Marco Herrera y alineó a Jaylon Hadden de central. No se vio bien. Otro que también sufrió en la marca fue Wálter Cortez.
El no haber colocado a un volante de recuperación nato le pasó factura a los saprissistas.
También hay que referirse al estado mental del plantel. Se le ve cabizbajo al vestuario. Es claro que los jugadores no están cómodos. Cada desición arbitral la discuten, prueba de ello fueron las amarillas de Mariano Torres, Christian Bolaños y Orlando Sinclair.
Pero hablar de todas las deficiencias del Monstruo en parte sería desmeritar el buen despliegue físico y dinámica que entregaron los Toros del Norte.
Los primeros goles llegaron gracias a la táctica fija. Al 16’ Marcos Mena concretó el primero. Erick Cabalceta amplió la ventaja al 37’. Ambos dardos fueron gracias a un cobro de esquina.
Cuatro minutos del segundo tanto norteño, el lateral Ricardo Blanco dejó al equipo con 10 jugadores, tras una fuerte entrada a Carlos Martínez. El silbatero William Mattus le mostró la tarjeta amarilla, pero tras conversar con su asistente la cambió por una cartulina roja.
En el complemento, a los 48 minutos llegó el 3-0, gracias a un derechazo de Jefry Valverde.
Ya con esto el partido estaba consumado. Los norteños con mucho ímpetu y un Monstruo cabizbajo presagiaron que la S no haría mucho en Ciudad Quesada.
Al 65’ cayó el descuento por medio de Aubrey David, quien de cabeza maquilló un poco el compromiso.
Sin embargo, a cinco minutos para el final, apareció el de siempre: Álvaro Saborío. El experimentado atacante marcó por medio de una de las especialidades de la casa: de cabeza.
Los morados quedaron octavos con 16 puntos, mientras que los norteños marchan quintos con 20 unidades.