Dr. Alexander López/ Académico de la Universidad Nacional.
La noche del 23 de febrero de 2022, las tropas rusas lanzaron una operación militar de gran envergadura contra Ucrania, invadiendo el país y desatando una guerra que precisamente cumple un año.
Los ejes centrales de la argumentación rusa están dados, bien sea de forma explícita o implícita, por el hecho que la Rusia histórica es un territorio más grande que el que ocupa la Rusia actual, en segundo lugar, el supuesto derecho que tiene a tomar todas las acciones necesarias para defender lo que considera una amenaza de occidente y en consecuencia todo esto se hace para restaurar la zona de seguridad rusa y proteger su Estado-Nación.
Sin duda, uno de los principales objetivos del juego de poder de Moscú es ocupar espacios geográficos en su frontera occidental para repeler toda acción que contravenga a sus intereses geopolíticos.
La guerra en Ucrania ha tenido serias implicaciones internacionales en términos geopolíticos, económicos y sociales. A continuación, se describen algunas de las principales.
En términos geopolíticos, ha incrementado la tensión entre Rusia y Occidente, pues ha llevado a una escalada de tensiones entre Rusia y los países occidentales, especialmente con Estados Unidos y la Unión Europea. La tensión entre Rusia y Occidente viene desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.
Igualmente, se puede decir que la guerra en Ucrania ha debilitado la seguridad en Europa, ya que ha creado un conflicto armado en la región que ha llevado a un aumento de la militarización y ha puesto en peligro la estabilidad de la región.
Asimismo, la guerra ha generado una constelación de alianzas entre los que apoyan a Ucrania (la gran mayoría), los que lo hacen por Putín, (en América Latina solo Nicaragua) y aquellos que juegan un rol de “no alineamiento” (China e India, entre otros), tal y como lo demuestra la reciente votación en la Asamblea General de Naciones Unidas. Igualmente, como un efecto directo se tiene la revitalización de la OTAN, quien nuevamente ha vuelto a jugar un rol importante, donde incluso países como Suecia y Finlandia que se mantenían a distancia han aprovechado la coyuntura para tener su membrecía. Finalmente, de las implicaciones más peligrosas es el retorno de la amenaza nuclear, toda vez que Rusia posee armamento de ese tipo.
En términos sociales, sin duda el drama humano que ha significado el gran desplazamiento de personas es de los impactos más dolorosos, tales desplazamientos han sido tanto dentro del país como fuera de él, se estima en 14 millones de personas que han sido desplazadas internamente y que han huido a otros países. Igualmente, otra implicación social es claramente el aumento en los precios de los alimentos, debido a la interrupción de la cadena de suministro, siendo este un problema muy serio cuando se tiene datos de que gran parte del continente africano depende de la importación de trigo.
En términos económicos, la guerra en Ucrania ha afectado al comercio y la economía mundial. Siendo tanto Rusia como Ucrania grandes proveedores de energía y alimentos, y además de materias primas en la forma de fertilizantes, la guerra ha afectado enormemente el comercio y la economía de varios países. Así, por ejemplo, la crisis energética ha llevado a un aumento en los precios de la energía en Europa. Deber recordarse que el 40% del gas que importa la UE viene de Rusia, y ese porcentaje asciende al 100% para Bulgaria, el 80% para Polonia, alrededor del 60% para Austria y Hungría, el 50% para Alemania y el 40% para Italia. Lo anterior ha provocado en el contexto europeo un movimiento para buscar sobre todo gas en otros mercados y un viraje hacia energías renovables lo más rápido posible. Finalmente, las tensiones geopolíticas generadas por la guerra han afectado la economía global al aumentar la incertidumbre y la inestabilidad política.
En cuanto a América Latina, los impactos no han sido tan directos debido al factor geográfico. Sin embargo, hay algunas implicaciones que se podrían mencionar como el impacto en los precios de las materias primas. Ucrania es un importante proveedor de estas y la guerra en el país ha interrumpido la producción y exportación de dichos productos, lo cual ha llevado a una volatilidad en los precios en los mercados internacionales. La guerra en Ucrania, al impactar directamente el comercio mundial, especialmente en Europa y Asia, repercute en América Latina, ya que la región se encuentra integrada en la economía global y es afectada por las tendencias y cambios en el comercio mundial.
En conclusión, la historia de Rusia y Ucrania ha estado siempre vinculada por lo que algunos denominan «la maldición de la geografía», debido a la ubicación geográfica de Ucrania, pues este se convierte en el pivote geopolítico en Eurasia, que constituye, desde tiempos históricos, un límite entre diferentes civilizaciones y una línea de fractura entre distintos imperios.
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