De la A a la Z
Sisifemia: el nuevo trastorno laboral del siglo XXI
Este trastorno laboral, basado en el mito de Sísifo, refleja un esfuerzo constante sin satisfacción, donde el trabajador nunca siente que su dedicación es suficiente.
Dra. Johanna Alvarado/ ICF Young Leader Award.
“Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad”, Lao-Tsé.
Si cree que este texto no aplica para usted, regálese la oportunidad de leer hasta el final. Haga el ejercicio completo y descubra nuevas perspectivas sobre circunstancias muy relevantes y sencillas.
Desde los 18 hasta los 100 años, toda persona que lidera —ya sea un equipo, una comunidad, un proyecto o a sí misma— está llamada a hacer una pausa y preguntarse: ¿Desde dónde estoy tomando decisiones? ¿Qué ideas tengo arraigadas como verdades absolutas? ¿Estoy creyendo lo que realmente es, o simplemente repitiendo lo que un día escuché y nunca cuestioné?
Cada líder necesita revisar las creencias que han determinado su forma de pensar, actuar y sentir. Algunas de ellas han servido de brújula, mientras que otras se han convertido en anclas que frenan su evolución o afectan negativamente la cultura que está co-construyendo.
Por eso, hoy quiero invitarle a un acto profundo de autoliderazgo mental: tome papel y lápiz, respire hondo, y escriba tres creencias que hayan generado dilemas, quiebres o decisiones importantes en su vida profesional o personal.
Luego, deje que el poder de las preguntas abra nuevos paisajes internos:
• ¿Esta creencia es absolutamente cierta?
• ¿Tiene sentido seguir cultivándola en esta etapa de su vida?
• ¿Se está siendo útil en este momento de su camino?
• ¿Qué efecto ha tenido esta creencia en las personas que le rodean?
• ¿Cómo sería su vida y su liderazgo si dejara de creer esto?
Para ilustrar el poder limitante de una creencia no revisada, quiero compartirle una historia sencilla pero profundamente simbólica.
Una joven pareja preparaba pescado cada domingo. Uno de esos días, alguien observó que siempre le cortaban la cabeza y la cola al pescado antes de cocinarlo. Cuando les preguntaron por qué lo hacían, respondieron que así se les había enseñado en casa. Intrigados, decidieron preguntar a la madre, quien repitió lo mismo: “Así lo hacía mi mamá”. Finalmente, llegaron a la abuela, quien entre risas contestó: “¡Ay, mijo, yo cortaba la cabeza y la cola porque tenía un sartén muy pequeño!”
¿Cuántas veces seguimos haciendo “recetas de vida” sin revisar si aplican al tamaño de nuestro presente? ¿A cuántas ideas seguimos aferrándonos sin cuestionar su vigencia o sentido? ¿Qué tantas colas y cabezas les estamos cortando al potencial de nuestras acciones, equipos y proyectos, solo porque así lo aprendimos?
Le exhorto hoy a preguntarse: ¿Cuál es el pescado al que le está cortando la cabeza y la cola, solo por no cuestionar la raíz de su forma de ser? Esa cola puede ser creatividad mutilada. Esa cabeza puede ser innovación reprimida. Si no lo cuestiona, podría estar repitiendo historias que no le pertenecen.
Si este mensaje resuena en usted y quiere explorar en mayor profundidad sus creencias, sus raíces y su impacto, estoy para acompañarle en ese viaje transformador. Puede escribirme al correo coachjohanna@icloud.com o agendar una cita al WhatsApp 7007-1250.
Porque un pequeño cambio en lo que cree, puede generar una gran transformación en lo que crea.
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