POR | 15 de abril de 2018, 18:04 PM

El monigote está en verde. Camina hacia el futuro con una minúscula bandera. 

La Puerta de Brandenburgo de Berlín hace de paso de peatones. Y a toda página, el titular: 'Cool Germany'.

Es la portada de portada de la última edición de 'The Economist'. La revista de noticias británica, que repasa en este número Alemania a vista de pájaro, da un nuevo tono al debate alemán sobre la patria y la identidad. 

Sin atisbos del "miedo alemán", el autor, el economista Jeremy Cliffe, describe el comienzo de una nueva era. 

Está convencido de que Alemania se está reinventando a sí misma. El país se está volviendo más abierto, más informal, más a la moda. 

Pero también más fragmentado y polarizado. Desde la perspectiva de un británico: más normal.

Crisol de Alemania

La otrora homogénea sociedad alemana se convirtió, para Cliffe, en un crisol. 

La búsqueda de una nueva identidad resultante del encuentro entre los mitos de la inmigración estadounidense y el temor alemán a la alienación no solo marcará el futuro de Alemania, sino de toda Europa.

Las cifras muestran el desarrollo de Alemania, muchas veces descrita como un país de inmigración. 

Según la Oficina Federal de Estadística, en 2016 casi uno de cada cuatro bebés nacidos en Alemania tenían una madre extranjera. 

Uno de cada cinco tiene raíces inmigrantes (al menos uno de sus padres no nació con la nacionalidad alemana). 

Nuevo hogar, patria extranjera

La revista de noticias alemana Der Spiegel también ha dedicado una historia de portada al debate. 

Bajo el título 'Nueva patria', la revista describe un país que está experimentando un cambio social, en el que tanto los alemanes como los refugiados, los nuevos y no tan nuevos, se sienten a veces extraños, excluidos, alienados.

En algo coinciden, sin embargo, ambos medios: hay una incomodidad ante la llegada de cientos de miles de refugiados y los múltiples problemas de integración que conlleva. 

Pero mientras The Mirror ve grandes partes del país "sufriendo estrés de identidad" y describe que "los alemanes sin raíces extranjeras temen que los inmigrantes puedan quitarles su tierra natal", el análisis de The Economist es más optimista.

"La crisis de los refugiados ha abierto nuevos horizontes a Alemania", dice la revista. Además, emerge una nueva "identidad social que define la afiliación nacional no solo étnica, sino cada vez más cívicamente".

Del "enfermo" al "motor" de Europa

Los elogios del lado británico no caen bien en todas partes. "The Economist escribe sobre Alemania desde la perspectiva del Brexit", comenta el Frankfurter Allgemeine Zeitung. 

"¡Se han quemado frente a la Puerta de Brandenburgo banderas con la Estrella de David! ¿Alemania 'cool'? ¿De qué?".

La percepción internacional de Alemania ha estado sujeta a constantes fluctuaciones en los últimos años. 

En la década de 1990, el país fue considerado el " enfermo de Europa". En 2010 se convirtió en el "motor de Europa" y en 2013 se redujo a una nación que "no alcanzó su potencial".

Gran Bretaña también ha sido considerada 'cool' en los medios, cuando el primer ministro Tony Blair gobernaba el país con su "tercera vía" (1997-2007). Pero esa percepción de los observadores extranjeros parece haberse perdido desde el Brexit.

Una mirada de reconocimiento a la Alemania amiga de Europa es comprensible desde esta perspectiva. 

Pero no solo el The Economist, también el Der Spiegel habla maravillas de la nueva y 'cool' Alemania. 

En ciudades del sur como Augsburgo y Stuttgart, donde más de la mitad de la población tiene raíces inmigrantes, el ansia de integración es enorme.

El final de la era Merkel

La integración en la ciudad bávara de Augsburgo parece funcionar sin problemas, gracias a las muchas ofertas de trabajo.

"El trabajo es un gran nivelador", cita Der Spiegel al investigador de la integración Jens Schneider, que se ocupa de las oportunidades laborales para familias inmigrantes en la ciudad. 

"La socialización del trabajo ya ha funcionado con los 'trabajadores invitados' [de Turquía o España en el pasado]. Y todavía funciona hoy".

Con The Economist el muñeco del semáforo está, a la vista de estos éxitos, en verde. "Sería un error subestimar a los alemanes", dice la revista. "Contando solo desde la reunificación, Alemania ha incorporado al Este comunista, ha superado la crisis financiera y ha atraído a más de un millón de inmigrantes". Para los periodistas británicos, está claro: Alemania se está reinventando a sí misma.

Autora: Astrid Prange de Oliveira (LGC/)

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