POR | 10 de diciembre de 2024, 16:55 PM

Periodista: Rubén McAdam.

No me siento mal, pero necesito ir a hacer un trámite, simplemente requiero vacaciones inmediatamente o no quiero estar en mi trabajo. ¿Qué puedo hacer? ¡Incapacitarme!

¿Le suena esa historia? A Gabriela Salaverry sí, ella es una vecina de San Ramón, Alajuela, y en su entorno hay personas que fingen para acceder a esta licencia laboral.

“Conozco a varios. Se aprovechan porque no les tocan el salario; tienen unos días libres y no les rebajan el dinero”, explicó la ramonense.

Para pegarse una escapada, porque querían despejarse o hasta para hacer un trámite: los motivos para fingir una incapacidad son muchos.

En algunos centros médicos privados se pueden “exagerar” los diagnósticos y si la incapacidad es menor a tres días, no se necesita el visto bueno de otra valoración realizada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

¿Qué pasa en estos casos?

Un equipo de Calle 7 Informativo (C7I) conversó con Bryan Villalobos. Él trabajó en la Caja, es abogado y lidió con estos temas por muchos años.

“No se vale que nos tomemos fotos, que pongamos historias en nuestros perfiles; no se vale que estando incapacitados nos vayamos, el fin de semana, a la playa. Un trabajador puede verse obligado, por una sanción de carácter judicial, a pagarle costas a la Caja y a su empresa”, explicó Villalobos.

Además, hay casos más extremos, donde funcionarios del Ministerio de Educación, Justicia y el Poder Judicial le pagaban hasta 450 mil colones a un funcionario del Hospital de Puntarenas para falsificar incapacidades de hasta tres meses, según informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

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