POR | 22 de octubre de 2024, 9:40 AM

Redacción: Miguel Fallas

¿Alguna vez ha comido un paquete entero de galletas sin darse cuenta? Eso podría ser hambre emocional. A diferencia del hambre fisiológica, que es una señal de que el cuerpo necesita energía, el hambre emocional está más relacionado con las emociones.

Cuando comemos por aburrimiento, tristeza o estrés, estamos utilizando la comida como una forma de calmarnos, pero esta práctica puede llevarnos a comer en exceso y a sentirnos mal después.

¿Cómo saber si se trata de hambre emocional o fisiológica? Preste atención a cómo se siente su cuerpo. El hambre fisiológica suele aparecer de forma gradual, se siente en el estómago y se calma con cualquier alimento.

En cambio, el hambre emocional aparece de repente, es intenso y exige un alimento específico para satisfacerlo. Además, el hambre emocional suele ir acompañado de otros sentimientos como ansiedad, tristeza o aburrimiento.

La buena noticia es que hay muchas maneras de atenuarlo. Intente distraerse con alguna actividad que disfrute, como leer o salir a caminar. También puede practicar técnicas de relajación para calmar su mente. Recuerde que comer de manera consciente le ayudará a tener una mejor relación con la comida y a cuidar su bienestar.

Encuentre más detalles en el video que aparece en la portada de este texto.  

Para más información puede contactar a Patricia Odio al 8441-1212 y en Facebook como: Patricia Odio Psicóloga.

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