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Por qué importa que haya sido "liberada" Mosul, la ciudad en Irak donde Estado Islámico creó su califato
Tras nueve meses de una batalla mucho más difícil de lo que se esperaba, el ejército iraquí logró derrotar las fuerzas del autodenominado Estado Islámico en la emblemática ciudad de Mosul, en el norte de Irak. El domingo, el gobierno iraquí declaró "liberada" a la ciudad.
El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, declaró este domingo la victoria en la ciudad de Mosul tras una cruenta batalla contra el autodenominado Estado Islámico (EI) que duró nueve meses.
Abadi llegó a la ciudad para anunciar su "liberación" y "felicitar a los heroicos combatientes y al pueblo iraquí por haber logrado esta gran victoria", indicó un comunicado del gobierno.
Hace tres años EI tomó el control de la ciudad de Mosul y fue aquí donde el grupo militante extremista proclamó su llamado "califato" .
En octubre de 2016 -y con apoyo aéreo de Estados Unidos y sus aliados- las tropas iraquíes iniciaron una campaña militar para liberar la ciudad.
A la lucha también se unieron combatientes kurdos, tribus árabe-sunitas y militantes chiitas.
La guerra para recuperar Mosul fue mucho más difícil de lo que se esperaba.
En enero el gobierno anunció la "liberación" del este de la ciudad, pero el oeste presentó desafíos mucho más grandes debido a las estrechas calles sinuosas y la extensa población de la urbe.
Según organizaciones de ayuda, unas 900.000 personas fueron desplazadas de la ciudad desde 2014, casi la mitad de la población que existía antes de la guerra.
¿Por qué importa Mosul?
Antes de la guerra Mosul, con sus casi 2 millones de habitantes, era una de las ciudades más diversas de Irak, con una población de árabes, kurdos, asirios, turcomanos y muchas otras minorías religiosas.
Era la rica capital petrolera de la provincia de Nínive, en el norte de Irak.
Pero en junio de 2014, la ciudad fue invadida por EI, y fue aquí donde el grupo extremista envió un mensaje que conmocionó al mundo.
Tal como señala la corresponsal de la BBC, Caroline Hawley," antes de tomar el control de Mosul, EI era solamente un grupo local. Con la toma de esta ciudad el grupo extremista irrumpió en el escenario global".
"Cuando tomaron Mosul con un impresionante asalto que el ejército iraquí no pudo repeler, todo el mundo empezó de pronto a oír hablar de EI, y éste se convirtió en una grave amenaza que había que tomar seriamente", agrega.
Seis meses antes de tomar Mosul, el grupo, que entonces se llamaba "Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)", había capturado la ciudad oriental de Faluya y después obtuvo victorias importantes en la guerra civil de Siria.
Pero cuando entraron a Mosul, entre 10.000 y 30.000 soldados y fuerzas de seguridad iraquíes depusieron sus armas y huyeron frente a lo que se calcula eran unos 800 extremistas.
Desde entonces, EI destrozó la autoridad del Estado en la región, estableció un régimen brutal que condujo a un éxodo masivo de habitantes e impuso su autoridad persiguiendo a minorías y matando a opositores.
Supervivencia
Tal como señalan los corresponsales, la liberación de Mosul es un duro golpe para EI.
Su pérdida le arrebata a los islamistas muchas de sus principales rutas de abastecimiento desde Irak a Siria, donde el grupo también mantiene una fuerte presencia.
Actualmente la coalición dirigida por Estados Unidos está librando otra dura batalla contra EI en ese país, para recuperar el control de Raqa, donde la organización yihadista estableció su capital de facto.
Pero a pesar de la pérdida de estos territorios, que son bases urbanas extremadamente importantes, es poco probable que disminuya la influencia de la organización.
Tal como le dijo a BBC Mundo el profesor Paul Rogers, del Departamento de Estudios para la Paz de la Universidad de Bradford, Inglaterra, y autor de Irregular War: ISIS and the New Threat from the Margin" ("La guerra irregular: EI y la amenaza desde el margen"), el grupo ya ha demostrado sus habilidades para reclutar seguidores y organizar ataques alrededor del mundo.
"Hay cada vez más evidencia de que EI se está transformando en una insurgencia de largo plazo en Irak y Siria , y también se está desarrollando como un movimiento de alcance mundial".
"Por eso", asegura el experto, "no debemos apresurarnos a declarar la derrota del grupo yihadista".