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Llegada del Apolo 11 a la Luna: Frances Northcutt, la mujer que a los 25 años fue la primera ingeniera en el centro de control de las misiones Apolo
La matemática desarrolló programas de computación que aseguraron el regreso seguro de los astronautas desde la Luna. Northcutt habló con BBC Mundo sobre el sexismo que enfrentó hace medio siglo, por qué decidió pasar de la ingeniería a la abogacía, y cuál es su consejo para las mujeres que sufren discriminación en sus lugares de trabajo.
Frances Northcutt era una matemática de 25 años cuando hizo historia.
Fue en 1968 que Northcutt, conocida por muchos por su apodo "Poppy", se convirtió en la primera mujer que trabajó como ingeniera en el centro de control de las misiones Apolo de la NASA.
De sus cálculos dependía directamente la trayectoria que las naves espaciales debían seguir para regresar de la Luna.
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Eso fue exactamente lo que sucedió con la misión Apolo 11, que el 16 de julio de 1969 partió con los astronautas Neil Armstrong, Edwin "Buzz" Aldrin y Michael Collins hacia la Luna y los trajo de vuelta a la Tierra 8 días después.
A pesar de su trabajo pionero, la discriminación enfrentada por Northcutt (aunque no de sus colegas) la llevó a cambiar de rumbo y dedicar su energía a otra misión: defender los derechos de las mujeres.
Medio siglo después de Apolo 11, Northcutt habló desde Texas con BBC Mundo sobre su papel en las históricas misiones Apolo, su lucha de décadas por la igualdad y sus consejos para mujeres en cualquier parte del mundo que enfrentan discriminación.
¿Cómo llegó a trabajar en las misiones Apolo?
Antes que nada, tenía una buena aptitud en matemáticas.
Pero en esa época -y francamente hoy en día- había muchos estereotipos sobre lo que era un trabajo adecuado para una mujer. Si tenías un título, tenías tres opciones: ser enfermera, maestra o tal vez secretaria ejecutiva.
Las matemáticas te daban más oportunidades y por eso busqué dedicarme a ello.
¿Cuál era su trabajo específico en el centro de control?
Yo trabajaba para TRW Systems, una empresa contratada por la NASA que tenía a su cargo el desarrollo de programas de computación para calcular las trayectorias en las misiones a la Luna.
Teníamos que calcular los ángulos a los que se debían encender los propulsores y durante cuánto tiempo para asegurar que la nave estuviese en la trayectoria correcta para regresar a la Tierra, en lo que se llama el corredor de reentrada.
Si la nave estaba fuera de ese corredor, podía quemarse.
Mi recuerdo de esos días es que vivía para trabajar: sábados, domingos, noches. Trabajábamos hasta estar tan agotados que íbamos a casa a dormir para volver y seguir trabajando.
¿El programa estaba diseñado para emergencias?
En términos modernos podría decirse que creábamos apps. El objetivo era que, en caso de emergencias, si había que abortar la misión, esta app o programa era tan rápida y precisa que optimizaba todos tus requerimientos de combustible.
Pero el programa no solo servía para emergencias. Fue usado en todos los vuelos a la Luna, en Apolo 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17.
Cuando se planeó Apolo 8, la misión fue acelerada porque había un temor de que los rusos iban a llegar antes a la Luna. Como los controladores de vuelo de la NASA no estaban familiarizados con nuestros programas, nos invitaron a trabajar en el centro de control para ayudarlos.
Es como si tuvieran una nueva app y aún no sabían usarla.
Con 25 años fue la primera ingeniera mujer en el centro de control, ¿qué recuerdos tiene sobre el ambiente de trabajo?
Había tan pocas mujeres en diferentes roles en el centro de control de la misión que para mí no era inusual a veces ser la única mujer en la sala.
Claro que sentía la presión de tener un buen desempeño, pero en general no tuve problemas con mis colegas hombres.
Sentí mucho más sexismo por parte de la prensa que de los otros ingenieros.
¿Podría darnos ejemplos de ese sexismo?
La prensa siempre busca estereotipos y ponía mucho énfasis en mi ropa y apariencia. Probablemente algo similar ocurre ahora.
Cuando una mujer se postula a un puesto político en mi país (Estados Unidos) abundan los comentarios sobre su peinados o su vestuario.
El sexismo era más perverso hace 50 años, pero todavía existe.
Creo que la situación de las mujeres en cierto sentido es mejor ahora, pero en cierto sentido también es peor, por todo el acoso que sufren en las redes sociales.
¿Fue difícil enfrentar ese sexismo hace medio siglo?
Cuando comencé a trabajar en TRW Systems tenía el cargo de "computress", algo así como técnica de computación.
Si vieron la película Hidden Figures o "Figuras ocultas" estarán familiarizados con el término.
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Comencé haciendo muchos y muchos cálculos para los ingenieros y al principio no tenía mucha experiencia en temas espaciales.
Pero luego de trabajar allí un tiempo, me dije a mí misma: "Yo sé tanto como ellos. Y aún si hay algo que no sé, soy tan lista como ellos y puedo aprenderlo".
Luego de las misiones Apolo, mientras seguía trabajando como ingeniera en TRW Systems comenzó a estudiar abogacía por las noches. ¿Por qué tomó esa decisión?
Yo tuve suerte y no experimenté tanto sexismo en mi lugar de trabajo, pero mi experiencia me hizo ver las dificultades y la discriminación que enfrentaban las mujeres, por ejemplo en los salarios.
También coincidió con una nueva ola de feminismo en Estados Unidos.
Me interesó cada vez más la ley como un medio que podía o bien oprimir o bien liberar a las mujeres. Así que acabé estudiando leyes.
Siempre sentí que por mi visibilidad en la prensa tenía la oportunidad y la responsabilidad de hacer algo para mejorar la situación de las mujeres.
¿Qué cambios pudo lograr?
Aún antes de recibirme como abogada fui elegida por el alcalde de Houston para abogar por los derechos de las mujeres.
En esa época no había mujeres en el departamento de bomberos, había mucha discriminación salarial y pocas mujeres en puestos municipales. Mi trabajo era aumentar esa participación.
También mejoré el tratamiento por parte de la policía de las mujeres que denunciaban casos de violación.
¿Cuál es su mensaje para las mujeres que, medio siglo después de su experiencia, siguen enfrentando discriminación?
Ojalá pudiera tener una respuesta para todas las situaciones, pero no la tengo.
Yo les diría simplemente que deben persistir aún ante la discriminación.
No digo que sea fácil, pero la única forma en que será más fácil en el futuro es persistir, aunque tu lugar de trabajo sea un sitio hostil. Y algo que pueden hacer las mujeres es apoyarse entre sí.
En el 50° aniversario del Apolo 11, ¿cuál es su principal reflexión?
Para mí, no solo Apolo 11 sino todas las misiones Apolo mostraron que los seres humanos somos capaces de grandes cosas si realmente nos enfocamos en ellas.
Si les dedicamos nuestra energía y recursos, y trabajamos juntos, podemos resolver la mayoría de los problemas.
Y ahora tenemos muchos problemas incluyendo el cambio climático, algo que requerirá un enorme compromiso de muchas personas, pero podemos encontrar respuestas si no perdemos tiempo y las buscamos.
¿Qué es lo más importante en la vida para Frances Northcutt?
Trabajar en cosas en las que crees.
He sido afortunada de haber trabajado en proyectos en los que creía y eso significa que te levantas cada día con entusiasmo y puedes aportar tu capacidad íntegra.
Así que diría que lo más importante es encontrar algo en lo que creen y trabajar en ello.
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