POR | 10 de agosto de 2017, 2:46 AM

Todo parecía indicar que se trataba de un crimen perfecto: dos hombres muertos, una cena a medio comer y ningún signo de violencia. Y toda Francia intrigada.

Ocurrió el pasado jueves 3 de agosto. La policía de la localidad de Authon-du-Perche, en el centro de Francia, atendió el reporte de una vecina que señalaba que había encontrado sin vida los cuerpos de Luciet Perot, de 69 años, y Olivier Boudin, de 38.

  • La misteriosa muerte de la “mujer de Isdal”, el intrigante caso que Noruega busca resolver desde hace casi 50 años

Lo curioso es que, durante más de 12 horas, la mujer pensó que sus vecinos estaban dormidos.

"A las seis de la mañana vi los dos cuerpos, uno de espaldas sobre el suelo y el otro sentado, en la entrada de la casa de Perot y pensé que estaban dormidos por la borrachera de la noche anterior ", le dijo la mujer, que no fue identificada, al diario francés L'Echo Républicain .

"Después volví a pasar y los vi en la misma posición y pensé que había sido una borrachera extrema", agregó.

BBC

Pero ese mismo jueves, cuando pasó frente a la casa una vez más, ya confirmó que algo andaba mal, porque los hombres no reaccionaron a los llamados ni cuando se acercó a tocarlos. Entonces fue cuando lo reportó a la policía.

Las autoridades señalaron, después de analizar toda la escena, que efectivamente Perot y Boudin estaban muertos, pero que sus cuerpos no mostraban ningún signo de violencia o de agresión física, ni había señales de que alguien hubiera intentado robarles o entrar a la casa por la fuerza.

¿Botulismo?

El misterio de los dos amigos que habían muerto mientras cenaban comenzó a inundar los medios franceses. Los vecinos indicaron que Perot y Boudin tenían una relación de "padre e hijo" y usualmente cenaban juntos.

La principal sospechosa del caso fue la comida que se había quedado a medias: unos fríjoles enlatados , una hogaza de pan, un trozo de queso camembert, carne y una botella de vino.

Getty
Al principio se pensó que la muerte había sido por los fríjoles enlatados.

De acuerdo al reporte de los medios locales, la policía especuló con que se trataba de un caso de botulismo virulento , o sea, que se habían envenenado por la comida enlatada.

Entonces los cuerpos fueron enviados a la morgue municipal y la comida restante, incluida la lata de fríjoles, se despachó para su análisis al Instituto Pasteurde París. Pero dio negativo.

Y este jueves, tras ocho días y muchas especulaciones, la policía francesa y las autoridades municipales entregaron una versión de lo que había ocurrido esa noche en la casa de Perot.

"Por el impacto"

Los análisis forenses mostraron que el dueño de casa, que había bebido bastante según los análisis de alcohol en sangre, se había atragantado con un pedazo de costilla que no había podido masticar adecuadamente, debido a que no tenía suficientes dientes.

Entonces, su amigo Boudin, que tenía una condición cardiaca congénita, murió de un infarto por el impacto que le causó verlo atragantarse de forma fatal frente a sus ojos , es la conclusión de los médicos.

Los vecinos de ambos respiraron aliviados.

"Quedó claro que no hubo una intervención externa en su muerte", dijo un vecino al diario francés Le Parisien .

"Ellos no tenían enemigos, vivían vidas sencilla. No eran el tipo de gente por la que va a venir la mafia a matarlos ", agregó.