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¿En qué consiste la orden ejecutiva de Biden que restringe la entrada y el asilo de indocumentados?
El mandato, que entra en vigor a medianoche de este martes, contempla expulsiones rápidas y un proceso más exigente para conceder asilo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este martes una orden ejecutiva para restringir el acceso de migrantes indocumentados al país y dificultar la obtención de asilo.
El anuncio llega a 5 meses de las elecciones presidenciales, en las que el asunto de la migración ilegal es uno de los temas centrales, y mientras miles de migrantes sin papeles siguen llegando cada día a la frontera sur de EE.UU.
La orden ejecutiva contempla medidas temporales para impedir a estas personas recibir asilo cuando las autoridades consideren que la frontera sur está "desbordada".
"Esta acción nos ayudará a tomar el control de nuestra frontera", declaró Biden en una comparecencia pública.
Según el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración Blas Núñez-Neto, las nuevas restricciones entrarán en vigor a partir de la medianoche de este martes y acelerarán las deportaciones.
"El anuncio que se está haciendo hoy incluye una serie de medidas que aumentan significativamente las consecuencias para las personas que cruzan nuestra frontera sur de manera ilegal", señaló Núñez-Neto.
"Van a incrementar significativamente el porcentaje de las personas que serán repatriadas de manera inmediata a su país de origen", añadió.
Las medidas
En una conferencia con medios, funcionarios de la Casa Blanca detallaron que la nueva política migratoria se activará cada vez que las autoridades registren más de 2.500 detenciones por día durante una semana y se suspenderán si bajan a menos de 1.500 en el mismo periodo.
Durante mayo, unos 3.800 migrantes cruzaron la frontera cada día, dando un total en ese mes de 118.000 detenciones, una cifra alta pero inferior a los niveles máximos del pasado diciembre cuando se superaron las 250.000.
"Esperamos que estas medidas estén en vigor por un rato. No son permanentes, están sujetas a estos [números]", dijo Núñez-Neto.
Al activarse la orden ejecutiva, se implementarán las siguientes medidas:
- Quienes crucen de manera indocumentada no serán elegibles para solicitar asilo, con algunas excepciones: niños que viajan solos, víctimas de trata o personas con una emergencia médica.
- Los detenidos serán sujetos a la deportación acelerada y solo tendrán oportunidad de ver a un funcionario de asilo si "manifiestan temor de volver a su país".
- Las entrevistas para la petición de asilo se realizarán "con un estándar más alto" que el utilizado hasta ahora.
Según Núñez-Neto, esto permitirá a las autoridades de EE.UU. "repatriar a muchas más personas, mucho más rápido". Los migrantes que llegan a la frontera con una cita con la aplicación CBP One sí podrán continuar con su petición de asilo.
En los últimos años, muchos migrantes indocumentados cruzaban la frontera sur de EE.UU. para luego entregarse a las autoridades y hacen una solicitud de asilo. Pero las nuevas reglas hacen que esta práctica los haga sujetos de deportación.
La orden ejecutiva de Biden contempla que los migrantes que no expresen temor de regresar a sus países de origen tras cruzar la frontera serán expulsados de Estados Unidos en cuestión de días o incluso horas, y se les impondrá una prohibición especial de 5 años para acceder al país.
Como ha ocurrido hasta ahora, explicaron los funcionarios, México continuará recibiendo a sus connacionales deportados, así como un número limitado de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
El mensaje a Trump
Biden aseguró que las medidas anunciadas el martes "no serán para alejarnos de quiénes somos como estadounidenses", sino "para asegurarnos de preservar quienes somos para las generaciones futuras".
La orden presidencial se produce cinco meses antes de las elecciones del 5 de noviembre, en las que previsiblemente se enfrentarán Biden y el expresidente Donald Trump y en las que la inmigración irregular se presenta como uno de los asuntos de debate más candentes.
Tras anunciar las nuevas restricciones, Biden trató de distanciarse de Trump, conocido por sus posiciones más duras en política migratoria.
"Nunca me referiré a los inmigrantes como personas que están envenenando la sangre de este país", proclamó, en referencia a la polémica afirmación que hizo su rival en una entrevista en octubre del año pasado.
Biden también criticó al Partido Republicano por haber bloqueado este año en el Senado un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza que incluía varias de las nuevas medidas anunciadas .
Biden culpó específicamente a Donald Trump, que presionó públicamente a los legisladores republicanos para que se opusieran al pacto.
"Donald Trump les dijo que lo hicieran (...) No quería solucionar el problema. Quería usarlo para atacarme", alegó Biden, que acusó a su rival de promover "una medida política extremadamente cínica".
Cooperación con México
En sus declaraciones, Biden elogió al gobierno de México por sus recientes esfuerzos para detener el flujo de migrantes antes de que lleguen a la frontera con Estados Unidos.
Las detenciones de indocumentados en la frontera han disminuido en los últimos meses, algo que se atribuye en parte al trabajo de las autoridades mexicanas.
"Debido a los acuerdos, el número de inmigrantes que llegan ilegalmente a nuestra frontera compartida se ha reducido drásticamente", afirmó Biden.
El presidente elogió a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador y aseguró que continuará trabajando con su sucesora, Claudia Sheinbaum.
López Obrador informó que hablaría este martes con Biden, pero no adelantó su opinión sobre la nueva orden en concreto.
Reiteró que su posición ante EE.UU. es "que se atiendan las causas de la migración, que ya no se esté pensando ni en muros, ni en militarizar la frontera, ni en cerrar la frontera".
En tanto, las autoridades locales encargadas de gestionar la migración en los estados fronterizos de México temen que las medidas anunciadas por Biden causen una saturación de los albergues y "caos de cruces en la frontera".
"No se ha especificado la cifra a partir de la cual se cerrará la frontera para los solicitantes de asilo, pero si se hace efectiva una vez se superen los 2.500 diarios, ¿qué va a pasar con el resto?", se preguntó Enrique Lucero, director municipal de Atención al Migrante de Tijuana, ciudad mexicana fronteriza con la californiana San Diego, y que este año se convirtió en el principal punto de cruces irregulares de toda la frontera.
"El lunes hubo 3.500 cruces de indocumentados en toda la frontera. En ese caso, ¿qué ocurrirá con los 1.000 que ya cruzaron? ¿A dónde serán devueltos? ¿Qué van a hacer con los solicitantes de asilo que no sean mexicanos, sino que hayan llegado de China, India o Turquía?", le dijo a BBC Mundo.
Por el estado mexicano de Baja California transitan ciudadanos procedentes de 130 países con el objetivo de cruzar a EE.UU.
"Eso es lo que hay que aclarar, si México va a recibir migrantes extranjeros retornados desde EE.UU., porque si es así, vamos destinar la asistencia a estos migrantes extranjeros que no tengan dinero para pagar un hotel y van a ocupar un albergue, y eso nos preocupa: que se saturen los albergues y veamos a migrantes durmiendo en tiendas de campaña".
Los 33 albergues de Tijuana tienen en total capacidad para 5.500 personas. Hoy por hoy, según informó Lucero, tras una reducción de llegadas del 60%, albergan a 3.500. "Pero si la medida entra en vigor (con las cifras que se están manejando), en pocos días ya estarían sobrepoblados".
El gobierno de Estados Unidos también tiene un acuerdo vigente con México que compromete a este país a aceptar hasta 30.000 ciudadanos al mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela a quienes se haya negado la entrada en Estados Unidos.
Por otro lado, existe un programa de libertad condicional humanitaria que permite la entrada por vía legal a Estados Unidos de hasta 30.000 solicitantes de asilo cada mes procedentes de los cuatro países mencionados.
Expertos creen que la reciente reducción de los cruces fronterizos es sólo temporal y, en última instancia, insostenible.
"Un asalto al derecho a buscar asilo"
Algunos activistas de temas migratorios criticaron la medida del gobierno de Biden poco después de su anuncio.
"Es desafortunado que la política esté llevando la conversación sobre inmigración en una dirección cada vez más restrictiva", dijo Jennie Murray, presidenta y directora ejecutiva del Foro Nacional de Inmigración.
"Si bien no hay duda de que Estados Unidos necesita abordar mejor los desafíos en la frontera, el uso de la autoridad legislativa es preocupante", añadió.
Guerline Jozef, directora ejecutiva de Haitian Bridge Alliance, que trabaja con inmigrantes haitianos en la frontera, calificó el anuncio como "un asalto directo al derecho humano fundamental a buscar asilo".
"Esta política de la era Trump dejará a miles de personas vulnerables, incluidas familias, niños y quienes huyen de la violencia y la persecución, sin la protección y el refugio que necesitan", añadió Jozef.
En su discurso, Biden respondió a las críticas pidiendo "paciencia".
"Estamos abrumados en este momento. No hacer nada no es una opción", argumentó.
Añadió que Estados Unidos debe "actuar" y ser "consistente tanto con nuestra ley como con nuestros valores".