En los últimos años, hemos visto un auge en los emprendimientos nacionales y sus productos son extremadamente creativos y representativos de la cultura costarricense.
En esta nota resaltamos a tres que ofrecen stickers, productos en cerámica y hasta alfombras, pero no lo que usted está acostumbrado.
Empezamos con Charlatán, creado hace tres años por Diego Armando Campos, de 36 años.
“Mi marca se basa en la cultura pop tica. Yo trato de encontrar chistes, argumentos ticos y cosas que se hablen en el contexto y la cultura en la que estamos para crear productos. Encontrarás productos con la frase “agua de tubo”, porque los ticos tomamos mucha agua del tubo. Como la frase “pura vida” es una muletilla, también la utilizo en stickers. Son chistes que pego en cualquier lugar”, señaló el vecino de San Rafael de Heredia.
Recuerda la frase “¿qué mi rey?”, pues está disponible en distintos artículos de Charlatán. El sticker favorito de Campos es “Pollo bombillo”.
A pesar de que los stickers son su producto estrella, también elabora camisas y ofrece un juego que se llama Charlateadas, son 50 cartas con dichos y lugares de Costa Rica.
“Podrás encontrar uno que diga “ruliar” te pones la tarjeta en la frente y la otra persona por gestos debe adivinar la palabra”, destacó.
Puede encontrarlo en las redes sociales como @charlatanbrand
Seguimos con Velvet Trippy Club, un emprendimiento que se especializa en alfombras, pero no las que usted está acostumbrado.
Este año, esta marca cumple dos años y ha sido todo un éxito, pero al inicio hubo mucha incertidumbre. Así lo relató Velvet Azucena a SABANA.
“Johnny Fennis (mi novio) es chef repostero y chocolatier, él se quedó sin empleo en la pandemia. Fue un momento angustiante y difícil para nosotros, ya que estuvo casi un año buscando trabajo y no tuvo suerte. Es por eso que decidimos invertir los ahorros en comprar la máquina de tufting para hacer alfombras, hemos ido comprando materiales y herramientas poco a poco. Con toda la incertidumbre, miedo y pero sobre todo, y nuestro objetivo siempre ha sido el mismo desde ese momento: hacer mejor las cosas y dar lo mejor cada día y en cada pieza”, señaló Azucena.
Velvet Trippy Club ofrece alfombras principalmente, desde los 50x50 cm hasta 100x140 cm. Se pueden realizar pedidos personalizados (la próxima apertura de agenda es en agosto).
“La esencia de Velvet Trippy Club es la honestidad de nuestros procesos, materiales, acabados, intentamos hacer cada día mejor las piezas y todo lo que hacemos lo hacemos con las mejores intenciones. La calidad es nuestra característica más visible. El tiempo que le dedicamos a cada pieza es el que sea necesario, siempre buscamos los mejores materiales y el acabado más detallado que podamos dar”, agregó la diseñadora gráfica de profesión.
Puede encontrarla en las redes sociales como @velvetrippyclub
Finalmente, le contamos la historia detrás de Marina Barro. Su creadora Mari Navarro en el 2019 se inscribió en cursos de cerámica como un hobby, pero un gusanito de creatividad despertó en ella y decidió terminar dedicándose a esta labor.
“Sentí algo muy loco al tener contacto con el material, el barro es algo muy intuitivo y relajante, algo así como una forma de meditar. Y sentir eso en contraste a los años que llevaba trabajando solo frente a una compu, fue superrefrescante. Me dieron muchas ganas de aprender y crear más. Seguí experimentando por mi cuenta y desde ahí no he parado. A los pocos meses nació mi marca Marina Barro, que es como un juego de palabras con mi nombre, Mari Navarro. Y ahí poco a poco he ido creciendo, ahora tengo un taller que me gusta mucho, donde hago produzco mi línea de productos”, acotó la vecina de San Ramón de Tres Ríos.
Paralelamente a su negocio, brinda talleres a personas que quieran meterse al mundo de la cerámica.
Marina Barro ofrece productos decorativos y funcionales de cerámica, muy diversos entre sí: esculturas de personajes, ceniceros, pipas, candelabros, joyeros, pines e imanes. También diseñan indumentaria como camisas, gorras y totebags.
“Diría que la esencia de los productos de Marina es que son llamativos y diferentes a lo que solemos ver en el mercado. También me encantan las irregularidades e imperfecciones del proceso artesanal, esos pequeños “defectos” que reflejan ese factor tan humano de quien lo hizo, entonces no trato de ocultarlas, sino de realzarlas porque son parte de la historia del objeto”, insistió.
Puede encontrarla en las redes sociales como @marina__barro