7 Estrellas
Valentina Ferrer: De coronas, pasarelas, pantallas y negocios
Por sus múltiples atributos, fue invitada a formar parte del programa de emprendedoras 'Escuela Imparables'.
The Fall Guy no es una película que podría ponerse a la par de El Padrino en un anaquel. Como película de acción, su lugar en el cine es otro; incluso no se le ubicaría al lado de clásicos como Duro de matar.
Esta pertenece al género de acción con tintes de comedia romántica, dueña de un humor fresco y fabricado para pasar un buen momento en el cine.
Sin embargo, por debajo de su factura light como la espuma hay un discurso contundente, pero entregado con tan buena actitud que cualquiera lo recibirá con sonrisas: la importancia que tiene para el cine la comunidad de los dobles de acción.
El protagonista de la película es un doble, encargado de resolver la desaparición de una estrella. Eso nos da un vistazo a toda la maquinaria que hace posible la gran ilusión que impulsa a los héroes y heroínas de acción. Mediante el humor, no solo rinde homenaje a los hombres y mujeres que hacen posible estas acrobacias, sino que, de paso, se burla de los actores que pregonan que ellos hacen todas sus escenas de acción.
Esto podría quedarse en una inocente característica del guion, si no fuera por dos cosas muy importantes. La primera, que el director David Leitch fue un relevante doble de acción (fue doble de Brad Pitt, Matt Damon e incluso Jean-Claude Van Damme); por tanto, ahora se convierte en abanderado de sus antiguos colegas. La segunda, que por primera vez se espera que la Academia reconozca con un Óscar a este departamento. El nombre propuesto sería “diseño de secuencias de acción” y muy probablemente comience a entregarse a partir del próximo año.
Con una película como Fall Guy, el director se asegura el apoyo de sus estrellas y del público a reconocerle a los dobles de acción su justo lugar en la industria. Es, en resumen, una verdadera carta de amor a esa profesión.
Sobre todo esto y más conversamos con David Leitch en el video adjunto.