COVID-19: Inciensa le pone "rostro" al virus que circula en Costa Rica
Costa Rica logra obtener, por primera vez, el genoma de un virus humano.
El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) logró descifrar la secuencia genética completa del COVID-19. De esta manera, Costa Rica logra obtener por primera vez el genoma de un virus humano.
Para Lissette Navas, directora de Inciensa, esta es una muy buena noticia para todos los costarricenses y, en especial, para quienes trabajan en salud pública.
“Logramos la secuenciación del genoma completo a partir de seis muestras de pacientes diagnosticados como positivos por el coronavirus en el mes de marzo. El Inciensa viene trabajando desde hace 10 años en la epidemiología molecular que permite identificar las fuentes de contagios de brotes como el que estamos viviendo, ha sido un trabajo arduo, pero con un feliz término”, señaló Navas.
Este trabajo realizado por el Centro de Referencia en Virología y el Laboratorio de Genómica del Inciensa permite identificar, a nivel de ADN, las características propias del SARS-CoV-2, conocer las mutaciones del virus a lo largo del tiempo y asegurar así la calidad de los diagnósticos médicos.
Según indicó el Ministerio de Salud, los resultados fueron sometidos a la plataforma Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAD), que es utilizada de manera global para compartir este tipo de información, logrando con esto poner a disposición de la comunidad científica mundial los datos de Costa Rica.
¿Cuáles son las ventajas de conocer el rostro de COVID-19?
-Conocer la dinámica y la diversidad de la población viral, además de las rutas de transmisión en el país.
-Robustecer las capacidades de análisis para la red nacional de laboratorios.
-Brindar información relevante para el Ministerio de Salud y los organismos internacionales (OPS/OMS).
-Asegurar la calidad de los diagnósticos de laboratorio, brindando información acerca de la variabilidad de los bancos genéticos utilizados en las pruebas moleculares para detectar el virus.
-Contribuir a proveer información que permita seleccionar adecuadamente futuras vacunas.
-Realizar la vigilancia genómica viral en Costa Rica, sin depender del envío de muestras a otros países.
-Establecer una plataforma para futuras colaboraciones con otros centros científicos nacionales y de otros países del mundo.