Siete cuerpos celestes alineados, cinco visibles a simple vista y dos ocultos para el ojo humano sin ayuda tecnológica. El cielo nocturno nos regala estos días un espectáculo tan hermoso como efímero.
Se ha frenado el aumento en la probabilidad de impacto del 2024 YR4, el cual se ha vuelto más difícil de observar, dice el ESO.
Desde los telescopios de Galileo hasta nuestros días ha habido un avance tecnológico impresionante que hoy nos permite ver hasta el corazón de las galaxias.
La agencia espacial estadounidense explicó que esta brillante galaxia presenta particularidades que tienen "profundas implicaciones" para comprender las primeras edades del universo.
La estrella descubierta pesa solo entre tres y cuatro veces la masa de Júpiter y está en el cúmulo estelar IC 348, situado a unos mil años luz de distancia en la región de formación estelar de Perseo.
El reconocido cometa fue visto en la Tierra, por última vez y a simple vista, en 1986. Para poder volver a observar a este objeto astronómico hay que esperar hasta septiembre de 2061.
El telescopio James Webb ha descubierto que el exoplaneta K2-18b alberga en su atmósfera gases compatibles con la vida y que, además, podría esconder un océano.
Se trata de una luna más brillante y un poco más cerca de la Tierra, por eso su intensidad.
Con esta histórica alianza, Satlantis Microsats y SuperSharp Space Systems, liderada por el costarricense Marco Gómez, se consolidan como referentes globales en cargas útiles para satélites pequeños.
Venus es el astro más brillante, luego del sol y la luna, y durante este mes y el de julio alumbrará los cielos de todo el territorio nacional.
Estas peculiares galaxias fueron identificadas por primera vez en 2009 pero solo gracias al James Webb es que comenzamos a ver su complejidad.
Las imágenes dan una nítida visión de sus anillos, de los que algunos no se habían visto hasta ahora y otros no se captaban con ese nivel de detalle desde 1989.
