Mientras operarios trabajan por restablecer el servicio, cientos se guarecen en el aire acondicionado de alguna dependencia pública habilitada como "centro de enfriamiento".
En Estados Unidos, cuyas costas el ciclón golpeó la madrugada del lunes, dos personas fallecieron por la caída de árboles en sus viviendas.
El ciclón, que en la tarde del viernes bajó de intensidad, mantuvo en alerta a más de dos millones de residentes de la zona, afectando a los balnearios turísticos de Cancún y Tulum.
El ciclón llega con vientos de 175 km/h y con picos de 220 km/h. Las autoridades decretaron alerta roja ante la llegada del huracán a sus costas, donde cientos de turistas fueron evacuados.
Beryl, de categoría 2 en una escala de cinco, se localizaba a 345 km de Tulum, un turístico poblado costero a unas dos horas del conocido balneario de Cancún.
El fenómeno ha dejado, hasta ahora, siete muertos a su paso por el Caribe.
Se reportan varias carreteras con afectaciones como el cierre total de la Ruta Nacional 10 (Turrialba - Siquirres) por deslizamiento en el sector de Guayacán y la caída de un árbol frente al CATIE.
"Casi todos en la isla están sin hogar". Prácticamente todos los edificios de la isla Unión han sido arrasados o gravemente dañados.
Se espera que el fenómeno toque la Península de Yucatán entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.
Los expertos piden a bañistas que estarán en playas del Caribe tener precaución.
El fenómeno dejó al menos tres muertos en Granada, uno en San Vicente y las Granadinas y uno en la costa de Venezuela.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos catalogó los efectos de la tormenta como “potencialmente catastróficos”, con vientos de hasta casi 270km/h.
