14 de abril de 2017, 16:41 PM

Inicialmente la estimación daba cuenta de una erupción del volcán Poás que alcanzó, la mañana de este viernes, una altura de 3 kilómetros, pero las últimas estimaciones indican que la columna de gases, vapor de agua y ceniza superó los 4 kilómetros de altura. Más aún: esta podría no ser la última erupción de esta magnitud.

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Raúl Mora, vulcanólogo de la Universidad de Costa Rica con más de 20 años de experiencia, explicó que al observar con cuidado las imágenes de la erupción de este viernes está más que claro que esa columna superó los 4.000 metros de altura.

El especialista agregó que los primeros dos kilómetros estuvieron compuestos por rocas -muchas de gran tamaño- que cayeon sobre el cráter, pero también sobre zonas turísticas como el mirador y los senderos que conducen a la laguna.

Mora enfatizó la importancia de que las personas se mantengan alejadas del coloso y que no intenten ingresar -especialmente por puntos no autorizados- y respeten los puntos de control de las autoridades, principalmente -subrayó- porque la actividad del Poás está lejos de amainar.

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"Desde el 1. de abril el volcán presentó una escalada en su actividad muy importante, al punto que la erupción de este viernes es la más importante en los últimos 65 años, tanto que lanzó rocas a varios kilómetros de distancia. Nos dejó con la boca abierta por la altura de la pluma, no es común.

"La naturaleza es impredescible, porque el volcán puede entrar en estado de tranquilidad, pero los datos nos muestran que no, que hay un proceso que se está dando y que nos indica que es más probable que se den más erupciones similares. De momento es lo que esperamos", explicó Mora a Teletica.com.

El especialista sí dejó en claro que aún es prematuro para saber si esta actividad durará meses o años, pero enfatizó que -según su experiencia de 20 años- "de momento no parece que el volcán se vaya a detener... ojalá me equivoque".

Mora aprovechó para subrayar la importancia de que la población no baje la guardia, se informe y esté preparada, en virtud de que se vive en un país altamente sísmico y volcánico.

Para que usted se de una idea: en estos momentos hay ocho volcanes activos en el país, unos con más intensidad que otros. Se trata del Turrialba, Irazú, Poás, Barva, Platanar, Rincón de la Vieja, Arenal y Tenorio. 

El Poás está activo desde el 2006, el Turrialba desde el 2010 y el Rincón de la Vieja desde el 2011 con pequeñas erupciones.

Días agitados

El miércoles, el coloso alajuelense realizó importantes erupciones freáticas que alcanzaron los 1.000 metros de altura.

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Un día después, el Jueves Santo, la Comisión Nacional de Emergencias decretó alerta verde en seis cantones aledaños al volcán.

Asimismo, el organismo llamó la atención sobre los cauces de los ríos Bajos del Toro, Desague, Agrio y Gata que estaban cargados de ceniza.

Un claro ejemplo de lo anterior lo comprobó el periodista de Telenoticias, Álvaro Sánchez, quien este viernes estuvo en el cauce del Desague y observó cómo el río discurría cargado de sedimentos como cenizas, lodo, piedras y material orgánico.

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A este flujo se le conoce como lahar y este viernes esa correntada bajaba del coloso con fuerza, según verificó Sánchez.

Por eso los cuerpos de socorro mantienen vigilancia estricta en zonas como Poasito y Bajos del Toro, pero también en los accesos al Poás.

Existe una articulación robusta entre Comisión Nacional de Emergencias, Cruz Roja, Fuerza Pública, Bomberos, Tránsito y comités vecinales de lugares como Poás centro, Grecia, Sabanilla, Alajuela centro y hasta el Grupo de Apoyo Operativo de Alajuela.