Por Walter Campos Moraga |15 de diciembre de 2014, 1:59 AM

Algunos estudios científicos demuestran lo fácil que es perder peso mientras se duerme, lo importante es adaptar el cuerpo a un modo saludable de vida a la hora de dormir, y tener en cuenta que es bueno comer, y que no, antes de irse a la cama.

Un estudio de la Universidad de Colorado recomendó comer algún tipo de carne magra como el pavo, y un poco de carbohidratos, por ejemplo, los que contengan triptófano, que ayuda a pro mover el sueño profundo. De esta forma entre más duerma más calorías podrá quemar, hasta un 6% más. Eso sí, no hace falta comer bastante, con un cuarto de gramo es suficiente para liberar el efecto deseado.

Otro truco, es utilizar un batido de proteína como la última comida del día. La proteína, es más termogénica que la grasa o los azúcares, lo que significa que el cuerpo quema más calorías al digerirla.

Por su parte la aromaterapia (el diario de medicina neurológica y ortopédica), confirmó en una serie de estudios, que el exponernos a ciertos aromas incrementa o suprime nuestro apetito. Por ejemplo, exponerse al aroma de menta varias veces al día logró en algunos experimentos, que las personas tuvieran menos apetito, al cabo de un mes lograron bajar hasta 5 libras de peso.

Mantener fresca la temperatura de su alcoba también le ayuda a bajar de peso. Esto apela a la capacidad del cuerpo para generar más calor, esfuerzo que sí quema calorías. Un experimento publicado en la revista diabetes, cuenta que del grupo de participantes, quienes durmieron en habitaciones más fresca, lograron perder peso más rápidamente que los demás.

Otro estudio, publicado en el American Journal of Epidemiology, afirmó que las personas que duermen en habitaciones con mucha luz tienen más problemas para dormir, y no logran descansar bien, estando en promedio 21% más en riesgo de subir de peso.