Ministra de Justicia renunció por el único cuestionamiento que era ajeno a su cargo
Marcia González se sostuvo en el puesto pese a denuncias y señalamientos de prensa, subalternos y empresas, pero finalmente fue una omisión en el pago de impuestos la que la dejó sin trabajo
Marcia González, la hasta hoy ministra de Justicia y Paz, logró sortear en poco menos de dos años de gestión un vendaval de críticas y señalamientos relativos a su cargo, pero acabó cayendo por la única de las denuncias que era ajena a su puesto: una deuda con el fisco.
La otrora presidenta del Partido Acción Ciudadana renunció finalmente a la cartera en medio de los cuestionamientos por una deuda con Hacienda que primero negó y luego ocultó.
El sitio ameliarueda.com reveló que una sociedad suya y que es dueña de la residencia en que vive en Pozos de Santa, tenía cuatro años de morosidad en el pago del llamado impuesto a las viviendas de lujo, creado específicamente para financiar la creación de viviendas en los sectores más vulnerables de la población.
La investigación develó que la ahora exministra estaba atrasada con el pago de ese deber desde 2016 y que no fue sino hasta que se le consultó que pagó esas obligaciones, no sin antes dar a conocer recibos en los que se mostraban los pagos pero no las fechas en que se realizaron.
El jueves el Ministerio anunció que la jerarca se puso al día y que todo se trató de un “error”.
El día finalizó sin novedades, pero este viernes por la mañana el presidente Carlos Alvarado confirmó que luego de que la jerarca pusiera el cargo a su disposición decidió aceptar su renuncia.
¿Por qué el anuncio llegó después?
Alvarado confirmó ante los medios de comunicación este viernes que la ministra lo contactó y fue entonces que él decidió aceptar su salida, pero no especificó cuándo.
El jueves González fue clara en que permanecería en el cargo hasta que así lo quisiera el mandatario y Alvarado publicó en sus redes sociales poco después una instrucción al resto de su gabinete para que revisaran sus obligaciones tributarias, pero nada más.
Horas después Semanario Universidad publicó un artículo en el que reveló que la ahora exministra fue la principal compradora de bonos del PAC durante la campaña de 2018, la misma que llevó al poder a Alvarado.
¿Una más?
Fue entonces esa deuda, ajena totalmente al ejercicio de su función, la que finalmente sacó a una ministra que desde el día uno se mantuvo alejada de los medios, incluso cuando la polémica toco a su puerta.
En abril del año anterior un exjefe de monitoreo electrónico del Ministerio denunció a González y al exviceministro Fabián Solano por acoso laboral.
Según el demandante, su afinidad religiosa y política lo habría llevado a perder su trabajo en esa cartera luego de que la nueva administración entrara en funciones.
En julio Solano se vio obligado a renunciar a su cargo luego de que se diera a conocer una denuncia en su contra por enviar un video pornográfico a una funcionaria desde su celular institucional.
Por ese hecho había sido suspendido 15 días sin goce de salario y posteriormente fue denunciado por la Procuraduría por el delito de peculado.
Antes, la viceministra de asuntos penitenciarios, Ada Isabel Porras, también había dejado su cargo, lo mismo que Pablo Bertozzi, quien en enero pasado alegó razones médicas para dejar el cargo de director de la Policía Penintenciaria.
En setiembre anterior la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), encargada de los sistemas de monitoreo electrónico de privados de libertad, denunció que el Ministerio de Justicia acumulaba 700.000 alertas de tobilleras sin atender.
La crítica llegó antecedida por una publicación de Diario Extra que aseguraba que el ministerio desconocía del paradero de casi 600 personas que gozaban de ese beneficio.
La entonces ministra desmintió ambas denuncias y culpó a la ESPH por los sistemas que utiliza para realizar ese monitoreo y el desabastecimiento de estos dispositivos.
Esa polémica también dejó una vacante nueva en la cartera, pues derivó en la renuncia del jefe de monitoreo electrónico Franklin Arguedas en octubre anterior.
Este viernes, en su último día en funciones, González se despidió de la cartera asegurando que al dar un paso al lado "colabora en la construcción de la Costa Rica justa y próspera que todos y todas soñamos.
"Esta decisión la tomo con la profunda convicción de haber servido al país y al Gobierno que usted lidera, con todas mis capacidades, honestidad y transparencia anteponiendo los intereses de la Nación a cualquier otro”, señaló en una carta dirigida al Presidente.