Gritos e insultos impiden votación de proyecto de vuelos baratos
“Quise llegar hasta donde podía llegar, creo que materialmente es imposible avanzar con la agenda el día de hoy”, dijo el presidente del Congreso antes de levantar la sesión.
Los gritos e insultos entre el oficialismo y la oposición impidieron la votación, este lunes, del expediente 24.207, que impulsa la creación de vuelos baratos entre Costa Rica y el resto de Centroamérica.
La iniciativa tenía que votarse en segundo y definitivo debate esta tarde, luego de que se aprobara en el primero desde octubre pasado, pero que luego se frenara con una consulta de constitucionalidad que el oficialismo le presentó.
Sin embargo, el presidente en ejercicio del Congreso, Carlos Felipe García, levantó la sesión pese a que ya se había extendido hasta las 7:30 p. m.
“Compañeros, en el ejercicio de la presidencia como diputado, todos ustedes serán testigos que siempre me he avocado a que avancemos en la agenda Legislativa, que tengamos una discusión respetuosa de cualquier proyecto de ley que se conozca en este Plenario.
“Quise llegar hasta donde podía llegar, creo que materialmente es imposible avanzar con la agenda el día de hoy, espero que mañana las jefaturas logren un acuerdo consciente y que podamos avanzar con la agenda”, dijo.
Segundos antes, la oficialista Ada Acuña le gritó “cállese” a la liberacionista Dinorah Barquero y la frenteamplista Sofía Guillén calificó como “señora elitista” a Pilar Cisneros, dos ejemplos de ese reñido pulso en Cuesta de Moras.
Pero los roces por el expediente que impulsa el liberal Eli Feinzaig no son nuevos.
El oficialismo, y el gobierno de Rodrigo Chaves, ha sido claro en que no apoyará la propuesta que, entre otras, defiende que los impuestos y tarifas aeroportuarias entre países centroamericanos no pueden exceder los $23 en vuelos de menos de $120 (ida y vuelta) y hasta $50 en un solo sentido.
Con esa idea, según Feinzaig y una mayoría del Congreso, se promovería el turismo entre la región a precios mucho más competitivos y se beneficiaría, además, a la industria local.
En el otro extremo, sin embargo, el Gobierno y su fracción insisten en que eso traería una fuga de turistas que estarían menos tiempo en el país ante la tentación de poder viajar de forma barata a otros países vecinos, mientras que la economía nacional perdería ante la pérdida de turistas costarricenses que, con esos precios, preferirían viajar al extranjero.
La discusión de la iniciativa continuará este martes.