Por Daniel Jiménez |31 de diciembre de 2023, 7:35 AM

¿Tiende usted a dejar todo para último momento? ¿Posterga cualquier tarea? ¿Deja todo para después? Bueno… esta entrevista es para usted. Esa conducta se llama procrastinación y en Teletica.com hablamos con Javier Badilla, programador neurolingüístico, sobre esta conducta y cómo comenzar a cambiar, máxime que se viene el 2024 y es un buen momento para fijar nuevas metas.

—¿Qué es la procrastinación?

La procrastinación es la costumbre o manía para dejar las cosas para después, se llama así porque viene del latín “pro” que es adelante y “crastinos” que es posponer, ahí es donde se arma el término. Es algo que viene de hace miles de años, es donde la mente o el cerebro cambia un placer inmediato por un perjuicio de largo plazo. 

Por ejemplo: alguien prefiere el placer de quedarse acostado en el sofá viendo tele al esfuerzo de hacer ejercicio, alguien prefiere quedarse acostado a levantarse temprano a hacer lo que tiene que hacer, la mente cambia un placer inmediato, inclusive, por el riesgo de un perjuicio a largo plazo. 

Al no tener una educación emocional desde niños, no sabemos protocolizar los pensamientos para poder tomar la decisión adecuada. Esto es una de las principales causas del tercermundismo, de la mediocr,idad, de lo ordinario, de lo corriente, de hacer lo que se puede, en lugar de hacer lo que se tiene que hacer. 

—¿Cuáles son las señales que me indican que estoy procrastinando?

La procrastinación es causada por un virus mental llamado Géminis, se llama así porque representa es un pensamiento gemelo. Por ejemplo: alguien llega y dice, quiero comprarme un carro nuevo, no puedo pagarlo; voy a aprender un idioma, me cuesta mucho; voy a decirle que quiere ser mi novia, yo so muy feo; voy a hacer tal cosa, no se puede. Es un pensamiento gemelo que nace con el pensamiento emprendedor.

Las causas es porque el cerebro siempre nos acerca al placer y nos va a alejar del dolor. La mente al no estar educada en emociones se va al placer y no tanto a lo que es conveniente, la mente inconsciente no está educada, generalmente, porque no nos lo enseñan en la escuela, cómo separar lo que es conveniente de lo que me gusta. 

Tengo que separar lo que me gusta de lo que me conviene. Hay quienes disfrutamos el ejercicio, uno se levanta a correr, a otros les costará mucho, igual que el estudio, igual que el estar al día en el trabajo, la procrastinación se activa en el momento en que puede más el placer que lo que es conveniente hacer. Es decir, si hay chance de dejar algo para después, la mente lo posterga.

—¿Es la mente la que posterga lo que tenemos que hacer?

Todo está en la mente. Por ejemplo, esto es un sistema que funciona automáticamente: pienso, cuando pienso, siento; cuando siento, actúo; y cómo actúo me va a ir. Si no me gusta mucho lo que voy a hacer, tengo una actitud negativa y actuó para después. Voy a dejar cosas acumuladas, es el problema de cambiar un placer inmediato por un problema de largo plazo. 

Más ejemplos: gente que siente placer por fumar, pero eso podría generarle un cáncer de largo plazo. Esto es arte, la disciplina de saber cómo pensar, y hacerlo adecuadamente para tener las sensaciones adecuadas.

—Mucha gente asegura que es su naturaleza dejar todo para último minuto, ¿Esto es cierto o es una conducta aprendida?

Es una conducta total y absolutamente aprendida. Un chico de escuela que la maestra le deja un trabajo y tiene un mes para hacerlo, pero ya lo tiene que presentar el lunes y está haciéndolo el domingo en la noche en medio de regaños. Tenía un mes para hacerlo y al final hizo eso, nunca lo educaron para corregir esa conducta. 

Eso sigue en el colegio y en la universidad, pues la persona se gradúa, es profesional y sigue haciendo lo mismo en el trabajo. Porque no hay una educación emocional, no nos enseñaron como instalar la disciplina de empezar a hacer lo que quiero, necesito y debo hacer, es una diferencia hacer lo que se puede a lo que se quiere hacer.

—¿Por qué lo dejamos todo para lo último?

Es un estado mental, aprendido, instalado, nadie nació perezoso, mañoso, la mente lo aprendió, que si algo me causa pereza o dolor o desánimo lo puedo dejar para después y no va a pasar nada, ahí voy a salir, ahí lo haré o algo pasará y me salvará la tanda, eso es un aprendizaje, venimos al mundo con el disco duro vacío.

La buena noticia es que podemos desprenderlo de la misma manera en que aprendemos malas conductas, ahora podemos aprender cómo corregirlos.

—En este nuevo año, ¿Qué pequeños cambios puedo ir aplicando en la rutina para evitar la procrastinación?

Primero que todo romper con la rutina, si no la matamos ella lo hace. Aquí algunos puntos claves para hacer las cosas diferentes.

1: Debo preguntarme qué debo de hacer que no estoy haciendo para lograr los objetivos.

2: Tengo que preguntarme qué debo dejar de hacer que estoy haciendo para lograr los objetivos.

3: Separar lo que me gusta a lo que me conviene. Aunque no me guste levantarme temprano, debo hacerlo. Es estar haciendo lo que tengo que hacer. 

4: Enfocarse, visualizar y vivir los beneficios de haber hecho aquello que ahora decidimos hacer. ¿Cómo me voy a sentir cuando lo haga? Hay que visualizar eso en los resultados o beneficios. 

—¿Qué cambia en la vida cuando se deja de procrastinar?

La persona se convierte en un ser extraordinario y deja de ser ordinario. Usted oye en todo lado: “Es que yo hago lo que puedo”. Eso es un ordinario, un mediocre, cuando una persona hace lo que tiene que hacer, se convierte en extraordinario. No conoce los obstáculos.

—¿Usted ha escuchado una frase "Es que así es el tico"? ¿Eso es cierto o es un mito?

Todo eso es mentira, así es el tico no, eso no es cierto. Viene la frase de que todos los ticos son así, pero hay quienes han logrado cosas extraordinarias, así no es Claudia Poll o Franklin Chang, yo no soy ese tico.

La gente dice: “Es que me enseñaron así”, pero ya lo que pasó, pasó. Lo principal es quién decido ser yo ahora, sin echarle la culpa a nadie. La gente tiende a echarle la culpa a factores externos.

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