Teatro Nacional y su restauración fue el tema polémico de la semana en el país
La joya arquitectónica del país está actualmente en una polémica por un proyecto de restauración y modernización por el cual el gobierno gestionó un crédito de $31 millones ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Cuenta una leyenda que por los años 20 del siglo pasado, el dramaturgo español Jacinto Benavente visitó la capital de Costa Rica para montar una obra en el Teatro Nacional. Consultado sobre sus impresiones de la ciudad comentó: "Han construido un gran teatro en medio de una aldea".
La anécdota de hace casi un siglo ha sido contada de distintas maneras y no está claro que sucediera, pero ilustra lo que es en la actualidad el Teatro Nacional: el edificio más vistoso y querido de San José, una ciudad de pocos encantos.
La joya arquitectónica del país, inaugurada en 1897, está actualmente inmersa en una polémica por un proyecto de restauración y modernización por el cual el gobierno gestionó un crédito de 31 millones de dólares ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El gobierno defiende el préstamo como una forma de rescatar el Teatro Nacional del deterioro que viene sufriendo y prepararlo para resistir muchos años más, pero diputados de la oposición cuestionan el monto que se pretende invertir en tiempos de ajuste fiscal.
"Que exista hoy un Teatro Nacional, construido cuando Costa Rica tenía 250.000 habitantes con muchísimas necesidades, que se haya querido apostar a elevar el espíritu humano a través del arte y la cultura, dice muchísimo de un pueblo", comentó a la AFP Max Valverde, viceministro de Cultura.
Valverde es uno de los principales defensores del proyecto de restauración del inmueble, que en 1965 fue declarado Monumento Nacional, y en 2018 se le declaró Símbolo Nacional, al mismo nivel de la bandera y el Himno Nacional.
Dos conatos de incendio en 2017 y numerosos terremotos que han sacudido el país centroamericano, en especial uno de 1993, evidenciaron la necesidad de tomar acciones urgentes para resguardar el teatro.
Pequeñas reformas permitieron ir resolviendo los problemas que presentaba el edificio, pero Valverde explicó que se hizo evidente la necesidad de una intervención integral.
"Consideramos que tiene que hacerse una intervención mucho más grande que asegure la conservación de este espacio por muchos años más", explicó.
Detalló que el plan contempla prevención contra incendios, cambio completo del sistema eléctrico, cortinas cortafuego, sistema de monitoreo de seguridad y conflagraciones, instalación de iluminación LED, así como un edificio anexo que se conectaría con el principal, está última una de las partes más disputadas del proyecto.
- Menos inversión -
"Nadie cuestiona la necesidad de resguardar el teatro, lo que cuestionamos es que no son necesarios los 31 millones de dólares, sino que podría ser mucho menos", sostuvo el diputado Pablo Heriberto Abarca, del opositor Partido Unidad Social Cristiana.
La restauración podría hacerse con siete millones de dólares sin necesidad de hacer el proyecto completo que impulsa el gobierno, según Abarca, que cree que el edificio anexo no es urgente en este momento.
El legislador Enrique Sánchez, del gobernante Partido Acción Ciudadana, admitió que aún no tiene los 38 votos, de 57 diputados, para aprobar el préstamo del BCIE: "De momento parece que no están los votos, en eso estamos".
Sánchez justificó a la AFP que el monto de 31 millones de dólares viene de estudios realizados por empresas especializadas, y que "cada una de las intervenciones está justificada técnicamente, es urgente y necesaria".
El viceministro Valverde indicó que el edificio anexo permitirá alojar al personal administrativo que actualmente ocupa espacio en el edificio patrimonial y tendrá los centros de control de seguridad y una planta de generación eléctrica en casos de apagón.
Abarca cuestionó también la capacidad del gobierno de asumir esta deuda con el BCIE en momentos que el país arrastra un déficit fiscal de 7,2% del PIB que ha mermado la capacidad de endeudamiento del Estado.
Valverde refutó el argumento: "Esto es un proyecto de inversión en obra pública cultural, no es un gasto. Será desarrollado por empresas nacionales e internacionales que participen en la licitación, y es dinero que se distribuye en la economía costarricense, estamos generando actividad económica".