Por Juan Manuel Vargas |5 de julio de 2019, 2:58 AM

El trabajo de 30 años convierte a la Reserva Pacuare en el proyecto de conservación de tortuga baula más importante del país.

En ese tiempo superan las 600.000 tortugas liberadas tras su nacimiento.

Fueron las historias en torno a la tortuga baula las que trajeron a Costa Rica en la década de los 80 a John Denham, fundador de la reserva.

30 años después este sitio se convierte en el más importante para la anidación de esta tortuga en el país siendo la reserva el proyecto de conservación e investigación de baula más antiguo y estable con monitoreo desde el año 91.

Además de la baula, la Reseva Pacuare es destino para otras tortugas como la carey, verde y cabezona; pero es en febrero cuando inicia la llegada de las baulas y se extiende por seis meses hasta finales de julio.

El equipo de trabajo de la reserva se divide en dos para cubrir desde el norte y el sur los seis kilómetros de playa, una medida que contribuye a bajar prácticamente a cero el saqueo de nidos el cual era de hasta un 95% en los 80´s cuando Denham llegó a Costa Rica.

Por las noches y madrugadas es cuando se observa la llegada de las baulas, tortugas que en una temporada pueden desovar en promedio 6 veces y en cada visita poner en promedio hasta 100 huevos

Por ejemplo, la que vemos en pantalla nunca antes había sido vista, ha llegado en la actual temporada en cuatro ocasiones, tres de ellas a la reserva y ha puesto 386 huevos distribuidos en cuatro nidos.

En la reserva aquellos nidos que están en peligro de ser alcanzados por el mar o algún otro depredador son reubicados.

El vivero tiene su arena tratada, unos nidos están a la sombra y otros no para intentar controlar la temperatura, ya que aquellos huevos por encima de los 29 grados darán hembras y por debajo de esa temperatura machos.

Luego de 60 días, aquellos huevos que dejó la tortuga en la playa comienzan a eclosionar y las pequeñas en un frenesí inician su viaje a la superficie el cual en promedio tarda tres días.

El monitoreo de los nidos permite recibir a las pequeñas en la superficie, pero el proceso no termina sino hasta 48 horas después cuando se hace lo que se denomina la exhumación del nido.

El manejo que hace la reserva de la tortuga baula permite duplicar la cantidad de tortugas nacidas y así impulsar la regeneración y conservación de la especie, ya que se estima que de cada 1.000 huevos en condiciones naturales solo una tortuga llega a la edad adulta.

Un año record fue el 2012 cuando se registraron mil 370 nidos en aquella temporada.

En este 2019 al 10 de junio anterior ya se contabilizaban 572 nidos, más de 45.000 huevos protegidos y cero por ciento de saqueo.

El programa de manejo de la Reserva Pacuare a la fecha ha permitido la liberación de más de 600.000 pequeñas tortugas.

Por eso y mucho más lo invitamos a comprobar de primera mano el trabajo que hace EPI en esta reserva, ya que se trata de un espacio abierto al público que usted puede visitar previa coordinación con ellos.

Vea el reportaje completo en el video adjunto a esta nota.