28 de marzo de 2014, 9:47 AM

Nadie tiene claro desde cuando existen las covachas o tiendas de campaña improvisadas en La Reforma, lo cierto es que todos los fines de semana aparecen.

Al parecer desde su creación esta cárcel nunca tuvo un espacio designado especialmente para recibir a las visitas, al principio eso no fue problema. Sin embargo, ahora cuando la población penitenciaria supera los 3000, la situación es distinta.

“Ha sido un práctica inconveniente, pero que en este momento solo está en Reforma.  Alguna gente está interesada en mantenerla porque les permite algunos beneficios, presuntamente ilegales”, explicó Jorge Rodríguez viceministro de Justicia.

Pero las cosas cambiarán. A partir de este sábado se habilitarán unos gimnasios, para que los presos reciban a sus familias y conocidos.

Todo cambio genera resistencia y este martes tras informar de los nuevos lineamientos los presos la emprendieron a pedradas contra las casetas de seguridad. Además los privados de libertad iniciaron una huelga de hambre que concluyó este jueves al mediodía.

Ahora adaptación social espera que por el bien de todas las medidas comience aplicarse con total normalidad. Las autoridades insisten en que respetarán los derechos de los presos; pero no permitirán que sus leyes prevalezcan en esta cárcel.