11 de noviembre de 2015, 3:41 AM

Parecen artículos inofensivos que ayudan en la limpieza del hogar, pero lejos de combatir la suciedad, los llamados limpiones son el hábitat de millones de bacterias.

Incluso, pueden llegar a acumular hasta seis veces más bacterias que la cadena del sanitario.

Un estudio del Consejo de Higiene Global analizó limpiones en cinco países y concluyó que un 7% tenía más de mil millones de bacterias por metro cuadrado.

Las bacterias necesitan humedad para reproducirse, por lo que las esponjas, cepillos de dientes y cafeteras con residuos de agua también son de sus lugares favoritos.

Si los objetos se mantienen secos, la proliferación de bacterias se reduce y el riesgo de contagio de alguna enfermedad es casi nulo.

Los expertos recomiendan dejar escurriendo la esponja durante la noche y cambiar los limpiones por toallas de papel.

De lo contrario, en lugar de limpiar más bien estaríamos simplemente moviendo las bacterias de un lugar a otro.