Internet en menores: Lo que inicia con un ‘Hola’ puede terminar en sexo, secuestros y autolesiones
Rocío de la O, fiscala adjunta de la Fiscalía de Niñez y Adolescencia, advierte que, aunque la red puede ser una herramienta educativa, también es un peligro para los menores.
El uso de Internet por parte de menores de edad se ha convertido en un tema alarmante para las autoridades, especialmente por los riesgos a los que están expuestos si no se utiliza de manera adecuada, porque lo que inicia con un "hola", puede terminar en sexo, secuestros y autolesiones.
Rocío de la O, fiscala adjunta de la Fiscalía de Niñez y Adolescencia, advierte que, aunque la red puede ser una herramienta educativa, también es un peligro para los menores si no cuentan con la supervisión necesaria. "Así como hay cosas muy buenas, también hay muchos riesgos", afirma De la O.
Los peligros que acechan a los menores en el mundo digital son diversos y graves. Entre ellos se encuentran el acceso a contenido inapropiado, como imágenes o videos de carácter sexual, y el contacto con agresores que utilizan medios electrónicos para seducir y manipular a las víctimas.
Los menores pueden recibir imágenes y videos explícitos que no son apropiados para su edad, o ser inducidos a compartir fotos íntimas, lo que los hace vulnerables a la extorsión y el ciberbullying.
“Este tipo de contenido puede llevar a situaciones humillantes y degradantes, exponiéndolos a violaciones, secuestros e incluso homicidios”, explicó la fiscala.
Además, muchos menores caen en prácticas autodestructivas como resultado de la presión en línea.
“Los menores terminan autolesionándose o, en el peor de los casos, intentando suicidarse porque no saben cómo resolver el acoso que enfrentan en las redes sociales. Los agresores utilizan las imágenes que los menores comparten para amenazarlos, pidiéndoles más fotos o dinero bajo la promesa de no revelar el contenido a familiares o amigos”, agregó De la O.
Otro de los peligros destacados es la ciberadicción, que puede derivar en trastornos alimenticios y afectaciones emocionales. Para combatir este problema, la fiscala insiste en que los padres deben establecer horarios de uso y mantener un control sobre las páginas que visitan sus hijos. El monitoreo de sus actividades en línea es fundamental para prevenir consecuencias más graves.
Pero no solo los menores pueden convertirse en víctimas; también corren el riesgo de ser autores de delitos. Los adolescentes mayores de 12 años pueden acceder a la web oscura, donde organizaciones criminales los atraen con promesas de dinero o drogas, y los manipulan para cometer delitos graves como homicidios o consumo de estupefacientes.
“Para ser parte de estos grupos, se les exige pruebas extremas, y muchas veces terminan atrapados en actividades delictivas sin salida. Ante este panorama, es vital que los padres mantengan un diálogo constante con sus hijos. La confianza es clave para que los menores se sientan seguros al hablar sobre sus experiencias en línea”, detalló De la O.
De la O subraya que no se trata de prohibir el acceso a internet, sino de enseñarles a utilizarlo de manera responsable y con seguridad. “En el mundo digital en que vivimos, prohibir internet no es la solución; educar en su uso sí lo es”, enfatizó.
Finalmente, la fiscala recomendó a los padres implementar aplicaciones de control parental, para monitorear las páginas que sus hijos visitan y el tiempo que pasan conectados.
Solo a través de una educación adecuada y la vigilancia de los adultos se puede evitar que los menores caigan en las garras de criminales en el vasto y a veces peligroso mundo de Internet.